En octubre de 2020 el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un convenio para aumentar los dineros destinados a proyectos de infraestructura, energía y comunicaciones. En este plan se incluyó un paquete de 39 proyectos, entre los que está la construcción de un muelle de cruceros en Cozumel, Quintana Roo.
A finales del año pasado la empresa Aquamayan Adventure presentó el estudio de manifestación de impacto ambiental para la ampliación del puerto de Pichilingue, en La Paz, Baja California Sur. El objetivo es la construcción de un muelle para mega cruceros.
A pesar de la lucha de colectivos y activistas por el daño irreversible que ambos proyectos dejarían para el medio ambiente y para las comunidades, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) está volteando para otro lado…
Es por eso que, como último recurso, los colectivos ambientalistas han lanzado una campaña que tiene como objetivo juntar 1 millón de pesos y a lo mejor con eso, la Semarnat pueda reconsiderar la puesta en marcha del proyecto. Sí, sobornarlos.
Soborna a la Semarnat
Fue el 12 de diciembre de 2021 cuando la Secretaría dio el visto bueno al Manifiesto de Impacto Ambiental del proyecto “Muelle Cozumel. Terminal de cruceros”. El asunto es que manifiesto oculta la existencia de especies que se encuentran sujetas a protección especial además de que no especifica el sitio exacto en el que se pretende ejecutar la obra. Al momento este proyecto está detenido debido a amparos que los colectivos han logrado para suspender la construcción.
Y no es el único lugar del país donde se pretende poner en marcha un proyecto así. En La Paz, Baja California Sur, se anunció el proyecto de ampliación de la Terminal Marítima Pichilingue. El asunto es que la Semarnat no ha emitido el dictamen sobre el Manifiesto de Impacto Ambiental aunque, se teme, que pase lo mismo que en Cozumel.
Es por eso que en un “acto desesperado e inaudito”, activistas y colectivos se unen en la defensa de los ecosistemas marinos y costas. La campaña propone armar una colecta nacional para que se junte cierta cantidad y literalmente sobornen a Semarnat a ver si así ponen un alto al daño al medio ambiente.
“Para efectos de la colecta, se aceptan terrenos, departamentos y casa en el extranjero (sabemos que son bien vistos por autoridades de todos los niveles y partidos), maletines (con o sin ligas), cheques, joyas, automóviles en buen estado (mejor si son eléctricos) y monedas de circulación legal (excepto criptomonedas por su impacto ambiental)“, se lee en su comunicado.
Los colectivos explican que como en el pasado el soborno se ha usado para conseguir el aval de las autoridades medioambientales, entonces la convocatoria para la población es que nos unamos para sobornar a la Semarnat.
El Muelle de Cruceros: La lucha en contra del daño ambiental en Cozumel
En Sopitas.com nos sentamos a platicar con Alekz, desde La Paz, y Mina, desde El Caribe. Los activistas nos explican que esta estrategia es desesperada para ver si la Semarnat puede poner en pausa el avance de los proyectos y tomar en cuenta los daños y afectaciones que los activistas y expertos han puesto sobre la mesa.
¿Y en verdad están juntando dinero? Sí. Representantes de colectivos acudirán a las instalaciones de la Semarnat, en la Ciudad de México, para ofrecer a quien los reciba el dinero que hasta el momento han recolectado. Si ese dinero no es aceptado de manera pública, el dinero seguirá siendo recolectado para los gastos que los colectivos y activistas tienen en la lucha.
El soborno no será aceptado debajo de la mesa, como ocurren muchos.