Pues qué más da: si los políticos más experimentados no dan luces de mucha cordura, qué de malo podría pasar si una curul es ocupada por una persona que recién llega a la mayoría de edad…
Los legisladores en San Luis Potosí acordaron reformar el artículo 46 de la constitución estatal, en el cual se establece que, mínimo, un aspirante a diputado debe contar con 21 añitos. Ahora, si lo que se quiere es una curul local, bastará con tener 18 años bien vividos el día de la elección.
Se prevé choque generacional. Recordemos que es en este estado de donde salió la legisladora anti memes…
¿Antes era 21 años?, ¿cuál es la edad en que, en promedio, se termina una carrera universitaria? Bueno, eso no importa, ya que según el mencionado artículo, además de la barrera de la edad, basta con cubrir puntos referentes a la ciudadanía potosina, a la residencia y al pago de multas, para ser diputado… nada que ver la preparación académica o experiencia profesional.
La tan brillante propuesta salió de la cabecita de los legisladores Gerardo Serrano y Enrique Flores, quienes justificaron la reducción en la edad necesaria para aspirar a una diputación con el poderoso argumento de que los chavos están “llenos de energía”. En serio…
“Hoy los jóvenes en nuestro estado aportan al sistema democrático una perspectiva innovadora y refrescante, llenos de energía, dispuestos a participar en la vida pública cuando están convencidos de que su trabajo contribuirá a mejorar la vida de otros jóvenes que, al igual que ellos, representan un segmento predominante, más incluyente y exigente con la vida democrática”.
Según reporta Proceso, la propuesta ya fue aprobada y entraría en vigor para las elecciones de 2018. Así, no importando que no cuenten con experiencia política, bastará que la chaviza locochona tenga la voluntad de contender… bien con alguno de los partidos políticos de “confianza” o haciéndolo por la vía independiente.
