Estamos empezando marzo y mientras tenemos los ojos puestos alrededor del mundo, México nos recordó que acá sigue con una breve sacudida. A la mera hora de la comida del martes, como a eso de las dos de la tarde, se presentó un sismo en Oaxaca que espantó a más de uno en las redes sociales.
De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional, fue de una magnitud de 5.2
Oficialmente, el epicentro de este sismo vespertino fue al noroeste De San Pedro Pochutla en Oaxaca, pero —a pesar de superar por un pelito el límite— no se prendieron las alertas sísmicas en el resto del país, incluida la CDMX.
Las personas reportan que en Oaxaca se sintió moderado y apenas llegaron algunas vibraciones a Puebla y Veracruz.
Una parte importante y que dejó a más de uno con la duda es que, a pesar de la magnitud moderada, la alerta sísmica no se prendió. ¿La razón? Según la explicación del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX) este breve temblor en Oaxaca no lo ameritaba “porque la estimación de energía en los primeros segundos, no superó los niveles preestablecidos”.
Sobre las reacciones gubernamentales a este sismo en Oaxaca también hubo algunos detalles importantes.
Alejandro Murat, el gobernador del estado en cuestión, anunció las evaluaciones de Protección Civil. En un video en sus redes sociales dijo que ya estaban haciendo los análisis desde un grupo de trabajo. No reportó daños notorios.
Mientras tanto, una reacción similar se apareció en la Ciudad de México cuando Claudia Sheinbaum, la jefa de gobierno, compartió en su cuenta de Twitter los motivos por los que no sonó la alerta sísmica y confirmó que estaban llevando a cabo revisiones. Minutos después, aseguró que pasó “sin afectaciones en la Ciudad”.
Aparentemente, todo quedó —afortunadamente— en el susto… lo bueno es que es la hora de la comida para el bolillo.