Y como salido de la película de ‘La Terminal‘, protagonizada por Tom Hanks, en la que su personaje Viktor Navorski se queda atrapado en el aeropuerto internacional John F. Kennedy y no puede regresar a su amada Krakozhia debido a un golpe de estado, esta historia vuelve a convertirse en un caso de la vida real, pues recordemos que dicha película estuvo basada en la historia real de Mehran Karimi Nasseri, un refugiado iraní que vivió en el Aeropuerto de París-Charles de Gaulle entre 1988 y 2006.
Ahora tenemos a Hassan al-Kontar, un hombre sirio de 36 años que lleva más de un mes viviendo en una esquina de un aeropuerto de Malasia, durmiendo debajo de las escaleras y bañándose ahí y lavando su ropa como puede en los baños del lugar después de las 12 de la noche (puro lavabo, obvio), luego de quedar atrapado por las aerolíneas y los funcionarios de inmigración.
Remember Viktor Navorski from the movie “The Terminal?” Meet his Syrian version: Hassan Al Kontar is a 36 year old Syrian man stuck in the transit zone at the Kuala Lumpur International Airport after both his visa and passport have expired. pic.twitter.com/JlQ2t87t6W
— dwnews (@dwnews) 11 de abril de 2018
Kuala Lumpur lleva en su ‘nuevo hogar’ 37 días, y es importante aclarar que huyó de Siria en 2011 para escaparse de la guerra civil y saltarse el servicio militar, pero desde hace más de un mes está atrapado en el aeropuerto de Kuala Lumpur porque su visa de turista ya caducó.
“No sé qué decir o qué hacer. Necesito una solución, necesito un lugar seguro donde pueda estar legalmente, con trabajo“, dijo. “Siria no es opción, incluso si me quedo aquí para siempre. No quiero ser parte de la pelea, no quiero matar a nadie. No quiero que me maten también. No es mi guerra“.
What dose it mean to be a Syrian
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Con bastantes limitantes, The Guardian lo pudo entrevistar detrás de una barrera de vidrio en un pasillo del aeropuerto; Kontar dijo que su prioridad era salir del aeropuerto enviando correos electrónicos a grupos de derechos y subir su día a día a Twitter, pero casi siempre algo lo distrae. “Estás preocupado por tu familia [y] todas estas presiones psicológicas que tienes, pero la mayoría de las veces estás tratando de resolver tus problemas temporales“, dijo Kontar.
La traginovela de este buen amigo sirio, comenzó en febrero cuando nomás porque sí no lo dejaron subir de último minuto a un vuelo de Turkish Airlines desde Kuala Lumpur a Ecuador, donde esperaba ingresar sin una visa. Luego, Camboya y Malasia le negaron la entrada… Jijos, ¡pero hay un Dios! Lo terrible de este caso, es que si Kontar vuelve a Siria será detenido, o al menos eso es lo que él piensa.
PART 2
What dose it mean to be a #Syrian.
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Y a todo esto… ¿dónde estuvo antes Hassan al-Kontar?
Trabajó como vendedor de seguros en Emiratos Árabes Unidos hasta 2017, pero debido a problemas con su pasaporte lo deportaron y lo obligaron a volar a Malasia con un visado de turista de tres meses, que como dijimos antes, ya expiró.
Y ahora, sin un centavo y atorado en el aeropuerto de Kuala Lampur, su alimemtación es precaria, pues come el mismo paquete de arroz y pollo que la aerolínea ofrece, y a veeeces se da un gusto en McDonald’s, no sin antes darle una mochada a los limpiadores del aeropuerto, quienes le llevan café o algunos otros alimentos.
Phil Robertson, subdirector en Asia de Human Rights Watch, pidió a Malasia que brinde a la Agencia de Refugiados de la ONU, ACNUR, acceso completo a Kontar para investigar su estado de refugiado y, mientras tanto, para asegurarse de que tenga asistencia humanitaria y no sea detenido por las autoridades de inmigración.
Por otro lado, un portavoz del ACNUR, Yante Ismail, confirmó que se había comunicado con Kontar y las autoridades de Malasia, pero no puede hacer ningún comentario sobre el caso individual.
Pues a ver cómo le va a este amigo sirio, oigan…