En la madrugada del domingo pasado, Damasco (la capital de Siria) sufrió un ataque aéreo.
Los medios de comunicación sirios expresaron que los ataques fueron dirigidos a un centro de investigación militar y científica. Además afirmaron que las explosiones habían sido provocadas con misiles israelíes y acusaron a Netanyahu (primer ministro de Israel) de haber tomado partido por los rebeldes:
«La nueva agresión israelí demuestra la implicación directa de la entidad sionistas en la conspiración contra Siria»
Por su parte, el viceministro, Faisal Al Mekdad, dijo en CNN que el ataque supone «una declaración de guerra».
Tras los ataques los rebeldes en Siria les pidieron a los opositores al gobierno que se unieran y aprovecharan el ataque como una oportunidad para derrocar al gobierno sirio.
El objetivo de los ataques del viernes y del domingo era, según fuentes de la inteligencia occidental, impedir que misiles guiados iraníes tierra-tierra Faeth-110 llegaran a manos de Hezbolá (organización musulmana de la rama chiita que ha estado involucrada en la revolución islámica de Irán, la guerra entre Líbano e Israel y que cuyo conflicto inspira a la comunidad chiita en Irak, misma que, al parecer, está entrando nuevamente en conflicto con la comunidad sunita del mismo país).
Uzi Rubin, ex oficial del ministerio de Defensa de Israel dijo:
«Hay un grave riesgo para Israel si esos misiles llegan a Líbano, porque son misiles dirigidos con un gran nivel de precisión, capaces de atacar de forma certera instalaciones militares»
El analista en The Washington Institute for Near East Policy, Ehud Yaari expresó a su vez:
«Irán envía armas y munición a diario al Gobierno sirio. Los soldados de Hezbolá cruzan frecuentemente la frontera con Siria para apoyar al régimen contra los rebeldes. El precio que se le pide a El Asad pasa, entre otras cosas, por esa entrega de armas»
Así, Israel asegura que los ataques son más preventivos que de apoyo a alguna de las facciones en la guerra intestina de Siria, no planean apoyar a los rebeldes sino evitar que las armas sean utilizadas contra Israel.
Irán, que respalda a Hezbollah y el régimen de Assad (gobernantes de Siria), advirtió el domingo que los ataques israelíes podrían desestabilizar la región.
Y mientras Irán, la Liga Árabe y Egipto condenan el bombardeo, la ONU se pronuncia con una gran preocupación y hace un llamado para evitar una escalada en el conflicto.
Además, la oposición siria anunció que estos ataques:
«Han dado al régimen el tiempo necesario para desviar la atención de sus crímenes y masacres en la costa de Siria»
La administración Obama ha dicho que está estudiando una serie de posibles intervenciones en el conflicto de Siria, incluyendo el suministro de armas a los rebeldes y ataques para incapacitar el sistema de defensa aérea de la nación.