No necesitar de la opinión de expertos para regarla, a eso se le llama visión… o de otra manera, en mi tierra.
Tan sólo 400 metros separan a la Pirámide de Cholula de la construcción de un nuevo distribuidor vial, hecho que no fue autorizado ni por académicos, investigadores o algún especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)… ya saben, para eso del impacto negativo que una construcción de la magnitud de un distribuidor puede tener en un vestigio arqueológico.
Por tal motivo, docentes del INAH enviaron una carta advirtiendo de tal situación, ya que no es la primera vez que el gobierno de Rafael Moreno Valle construye sin el visto bueno del Consejo de Arqueología del INAH:
“La obra se ubica en el espacio de entrada a la Zona de Monumentos Arqueológicos de Cholula, a tan sólo 400 metros de la famosa Pirámide de Cholula, la más grande en volumen del mundo (…) Su construcción, sin duda, podría destruir gravemente vestigios de gran valor e importancia para la nación, así como la visual hacia la pirámide, alterando con ello la imagen de uno de los paisajes más significativo de Cholula”.
Además de no medir qué tan pertinente es llevar a cabo su construcción, el gobierno poblano no pensó en la manera que se afectará el paisaje arqueológico característico de Cholula; por si fuera poco, partiría en dos a los barrios tradicionales de la región y no alcanzaría a resolver el problema de tráfico que se presenta en la zona.
Todo lo anterior, señalan los especialistas, son motivos suficientes para solicitar al gobernador de Puebla la suspensión de los trabajos que se realizan con ese nuevo distribuidor vial, ya que afectar a un vestigio arqueológico no es cualquier cosa, por lo tanto exigen que se lleven a cabo los estudios pertinentes que proporcionen la información suficiente para evitar cualquier afectación al patrimonio arqueológico, a la integridad del paisaje cultural, así como a la dinámica sociocultural del entorno cholulteca”.
Durante su administración, Rafael Moreno Valle se ha caracterizado por construir y construir en pos del “progreso” poblano, sin medir las consecuencias que sus trabajos tienen en el patrimonio cultural del estado. Por ejemplo, la realización del distribuidor vial Zaragoza, la intervención a los Fuertes de Loreto o la construcción de un teleférico se llevaron a cabo son los permisos correspondientes del INAH…
Pero pus pa’ qué… ellos qué saben de modernidad.
*Vía Proceso / Fotografía: Wikipedia
