“Pos ya mejor se hubiera comprado el avión presidencial”, es lo que han de pensar muchos michoacanos, ahora que se enteran la de varo que su exgobernador, Silvano Aureoles, gastó en la pura renta de aeronaves.
El chisme del derroche de recursos fue hecho por la actual administración de Michoacán, encabezada por Alfredo Ramírez Bedolla.
Quién sabe de cuál gasolina les echaban, pero por la renta de seis helicópteros (cinco Airbus A 125 y un Augusta Koala) y un avión sigiloso Stemme, el gobierno de Silvano Aureoles desembolsó en seis años un total de mil 227 millones 865 mil pesos.
Por si el billetote soltado no fuera suficientemente irregular, el secretario de Seguridad Pública estatal (SSP), José Alfredo Ortega Reyes, detalló que la empresa que prestó los servicios de renta de aeronaves al gobierno de Silvano Aureoles apenas tenía 14 días de constituida al momento de hacer el acuerdo.
“Es dudoso cómo con 14 días de creación pudo cubrir las horas de vuelo necesarias para otorgar este servicio”, señaló Ortega Reyes.
De acuerdo con Aristegui Noticias, el funcionario informó que, supuestamente, las naves fueron rentadas con el fin de ser utilizadas para misiones de logística, vigilancia aérea, búsqueda y rescate… y, claro, cuando a uno que otro funcionario quería apantallar a conocidas celebridades.
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“El exceso y gastos frívolos fueron el sello de la administración anterior, toda vez que fue descubierto un contrato, que se mantenía oculto, para la renta de aeronaves por un monto de mil 227 millones 865 mil 800 pesos”, se indica en un documento difundido por el gobierno de Michoacán.
¿Más irregularidades? Bueno, a pesar de soltar tantísimo dinero, el gobierno de Michoacán no tenía total disposición de las aeronaves. De acuerdo con La Jornada, Silvano Aureoles y su banda nomás tenían chance de utilizarlas 50 horas efectivas al mes… o, en su defecto, realizar un pago extra.
¿Otra? Otra, una tras otra y todas se acoplan, como dice el Aczino: Pues resulta que, aparte, el gobierno del Estado se tenía que hacer cargo de gastos de reparación de las aeronaves. Además, se firmó el compromiso de pago en caso de perdida total de los vehículos.
“Es insostenible e injustificable el uso que se daba a las aeronaves para el servicio de funcionarios, familiares y amigos”, agregó el secretario estatal de gobierno, Carlos Torres Piña, quien detalló que, dado el monto del contrato, en promedio se gastaban más de 600 mil pesos diarios… nomás por el pago de ese concepto.