Porque como diría el expresidente municipal de San Blas, en Nayarit, Hilario Ramírez Villanueva “Layin”, “si robé, pero robé poquito“. Y es que en estos tiempos de merecer abundancia, qué tanto es tantito, o tantísimo. Al parecer esa fue la filosofía de los gobernadores de 7 estados de nuestro país en los que se desviaron nada más y nada menos que 650 millones de pesos. Así lo revela este miércoles una investigación realizada por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad: la Operación Safiro.
Resulta que en Chihuahua, Sonora, Colima, Durango, Estado de México, Morelos y la delegación Milpa Alta, en la Ciudad de México se desviaron fondos públicos utilizando al menos 12 empresas fantasma para un presunto financiamiento de campañas electorales del PRI.
Y para acabarla de amolar, de acuerdo con los testimonios de algunos testigos, estas empresas inexistentes estaban protegidas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Autoridades de 7 estados desviaron alrededor de 650mdp a 12 empresas fantasma vinculadas con un presunto esquema de financiamiento ilegal de campañas electorales del @PRI_Nacional: https://t.co/wAlLKkf3bw pic.twitter.com/n0OicLTLfG
— MXvsCORRUPCIÓN (@MXvsCORRUPCION) 21 de noviembre de 2018
De todo ese dinero, 250 millones corresponden a Chihuahua y los otros 400 millones son desvíos que hasta el momento no han sido revelados en los otros seis estados. Por ejemplo, 4 empresas fantasma –y otras 8 que resultaron vinculadas-, recibieron 36 millones de dólares en transferencias en 2016 de los gobiernos priístas de los estados antes mencionados.
La cosa es que de acuerdo con el testimonio de exfuncionarios de Chihuahua, convenientemente ese dinero fue utilizado con fines electorales.
La investigación refiere que los mayores desvíos que se realizaron en 2016 fueron durante las administraciones de los gobernadores -todos priístas- César Duarte en Chihuahua, por 246 millones de pesos; Jorge Herrera Caldera en Durango, por 230 millones; y en Sonora con Claudia Pavlovich, por 140 millones de pesos.
El Congreso de Morelos no se quedó atrás y transfirió 16.4 millones de pesos, situación que se repitió con el gobernador José Ignacio Peralta, en Colima, por 15 millonsitos de pesos.
Para el Estado de México se encontraron operaciones fantasma durante la gestión de Eruviel Ávila, sin embargo no se pudo determinar cuánto dinero estuvo involucrado por los contratos ocultos. Lo mismo pasa con la delegación Milpa Alta, en la Ciudad de México, con el priísta Jorge Alvarado.
Curiosamente, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) aumentó las asignaciones presupuestales para tres de los estados involucrados en 2016: en más del 500% para Chihuahua, 22% para Colima y 12.7% para Durango.
De acuerdo con el testimonio de quienes ya han sido detenidos y juzgados por desvío de fondos, las 12 empresas a las que las autoridades realizaron transferencias fueron Sinnax, Futura, Faga, Sisas, Samex, Fing, Cofex, Pragmatics, Novanight, Casmex, 3M e Invelco.
Todo señala a que Alejandro Gutiérrez, exsecretario general adjunto del PRI nacional, fue quien puso los nombres de estas empresas para comenzar con la simulación de operaciones. Gutiérrez está enfrentando su proceso actualmente en libertad.
Obviamente, estas “empresas” son en realidad prestanombres, pues las direcciones son de colonias de la zona metropolitana de la Ciudad de México.
Acá te dejamos la investigación completa para que le eches un ojo a cada uno de los desvíos que ocurrieron en los siete estados involucrados.