Desechando la idea que, de haberse concretado, hubiera sido interpretada como una más de las señales del inicio del apocalipsis, el PAN y el PRD rompieron definitivamente con la poderosa alianza política con la muchos pensaron que terminaría la hegemonía del PRI en el Estado de México.
En el “Sol Azteca”, la líder nacional del partido, Alejandra Barrales, señaló que de su parte no quedó para que se diera la coalición con el blanquiazul. El problema, señaló, fue que el único personaje que conseguía llenar el ojo de la alianza opositora que estaba en vías de cuajar, se negó a aceptar la candidatura. No era ni Javier Alatorre ni Josefina Vázquez Mota. Se trataba del hombre que nos remite a navidad: Alejandro Encinas.
“Su perfil aglutina a varios sectores, entonces cuando esto no se confirma (que Encinas acepta la candidatura), reconocemos que no hay un perfil que nos permita seguir sosteniendo esa coincidencia”, comentó la lideresa perredista.
Sin embargo, en el PAN el anuncio de la ruptura con el PRD no fue en el mismo tenor. Confiados de que ellos solitos las pueden todas, a través de un comunicado el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) apuntó que su intención sí fue la de unir fuerzas con el PRD. Pero después de ver el calibre de sus futuros colegas, mejor decidieron “apostar por nosotros mismos y encabezar el cambio que anhelan la mayoría de los mexiquenses.”
Además de lo anterior, los del blanquiazul echaron mano de su memoria y recordaron que el año pasado ellos, “sin alianzas amplias”, pudieron sacar la victoria en varios de los estados en los que hubo elecciones federales. Así que, si ganan el pastel, ¿cómo para qué lo comparten?
Entonces, ya sin posibilidad de un gran bloque opositor, los del PRD anunciaron que se limitarán a la ya acostumbrada unión de “izquierdas” (que es como llaman a esa cosa que arman con el PT). Por otra parte, los que se aventaron a anotarse como precandidatos son: Juan Zepeda y Javier Salinas, coordinador y vicecoordinador parlamentario en el Congreso local, respectivamente; Max Correa, dirigente de la Central Campesina Cardenista (CCC); Eduardo Neri, alcalde de Capulhuac, y Plácido López, militante del saqueador municipio de Nicolás Romero. ¿Quiénes?
Vamos a impulsar una coalición con el PRD y PT. Definiremos juntos el perfil más competitivo que nos permita sacar al #PRI del #Edomex
— Alejandra Barrales (@Ale_BarralesM) 24 de enero de 2017
Mientras tanto, en el PAN el nombre que suena para ir por la gubernatura mexiquense es el de la nada carismática Josefina Vázquez Mota, quien a pesar de no ser bien recordada entre algunos sectores blanquiazules, tiene el visto bueno del líder nacional, Ricardo Anaya: “Ustedes lo saben, ella está posicionada de manera muy fuerte en las encuestas, Josefina encabeza la mayoría de los sondeos que se han hecho”.
En fin… y en lo que se ponen de acuerdo, ya cada quien por su lado, este relajo que armaron los mexiquenses desmanteló lo que ya se había armado en el norte. Así es: de acuerdo con Barrales, el PRD se había ofertado por paquete, así que, como ya no hubo alianza en Estado de México… pues tampoco la habrá en Coahuila, entidad en la que ya hasta habían acordado integrarse a un frente amplio de cinco partidos.
“Se informará a Acción Nacional que no prosperando la candidatura del Estado de México, no prosperaría la coalición en el estado de Coahuila”, adelantó Barrales en conferencia de prensa.