Siendo un espacio reducido y con pocos estímulos, el baño de un tren o un avión es un lugar perfecto para sentarse, cavilar y dejar que la mente vuele mientras uno atiende el llamado de la naturaleza. En esta posición a más de uno nos ha dado por pensar: ¡Momento! ¿Dónde va a terminar esto que estoy haciendo?
La respuesta para “lo que pasa con tus desechos”, es algo distinta tratándose de un tren o un avión, pero en ambos caso existe una pequeña y desagradable verdad:
Aviones
La primera idea que nos viene a la mente es que los desechos simplemente son arrojados del avión al jalar la palanca. Vaya que ese es un pensamiento aterradora al ver pasar un avión sobre nosotros. Pero la verdad es que nuestras gracias van a dar a un depósito que se encuentra en el exterior del avión, para que al llegar al aeropuerto pueda ser desmontado y vaciado.
Seguramente esta simple verdad los decepcionó un poco, pero no se preocupen, les prometimos un secreto desagradable y se los vamos a dar:
Resulta que estos depósitos de desechos no son infalibles y en ocasiones tiene filtraciones que las compañías llaman “Hielo Azul” o “Blue Ice” en inglés. Estos “hielos”, son en realidad heces cubiertas de un químico color azul, congeladas por la altitud a la que son liberadas.
Existen muchos reportes de “Hielo Azul” que a golpeado viviendas ¡y atravesado los techos de las casas! Así que si un día ven una bola de nieve azul cayendo del cielo ¡Corran, corran por sus vidas!
Trenes
Se podrán imaginar que en un tren el sistema de recolección es muy similar que el de un avión y que en este medio de transporte no se corre el riesgo de que un trozo de mie… hielo, caiga intempestivamente sobre la casa de alguien. Y sí, esta es la aburrida verdad… ¡en casi todos los casos!
La otra desagradable realidad es que los baños de muchos trenes aún funcionan como antaño: Haces lo tuyo, le jalas y todo termina en las vías del tren. Obviamente esto genera problemas de higiene muy graves. Pero ante este hecho, los dueños de los trenes decidieron velar por la salud de todo y hacer algo al respecto. Poner un letrero con la leyenda: “No tirar de la palanca mientras el tren está en la estación”. ¡No, pues ya con eso!