El pasado jueves, en una entrevista al diario alemán Handelsblatt, el primer ministro ruso Dimitri Medvedev, advirtió que podría haber una nueva Guerra Mundial si las negociaciones que se llevan a cabo por la paz en Siria no prosperan.
En el arranque de la Cumbre Internacional sobre Siria que se celebra en Múnich, Medvedev señaló:
“Todas las partes deberían estar obligadas a sentarse a la mesa de negociaciones, en lugar de desencadenar una nueva guerra mundial”.
En ese aspecto, el primer ministro ruso afirma que corresponde a Rusia y Estados Unidos -en su papel de mediadores del conflicto- presionar a las partes en conflicto para lograr acuerdos y conseguir el alto al fuego.
Buscando lograr un acuerdo, Sergei Lavrov, ministro de Exteriores en Rusia, informó que el jueves fue mandada una oferta de tregua a Washington, sin embargo aún no obtienen respuesta pues en la Casa Blanca tienen dudas sobre dicha propuesta.
“Los estadounidenses y nuestros socios árabes deben pensarlo bien: ¿Quieren una guerra permanente?. Especialmente en el mundo árabe, donde todo el mundo lucha contra todo el mundo”.
El pasado 25 de enero, Staffan de Mistura, enviado especial de la ONU, había intentado reunir en Ginebra a las partes en conflicto para entablar un diálogo de paz, pero la oposición se negó pues pide que antes de sentarse a negociar deben cesar los asedios y bombardeos.
El proceso de diálogo está suspendido hasta el próximo 25 de febrero. Ya veremos si para entonces hay disposición de ambas partes para alcanzar un común acuerdo que enfríe las cosas.
Mientras tanto… ¿debemos preocuparnos Dr. Cocoon?
