De acuerdo con un informe que dio a conocer CNN a mediados de abril pasado, en los últimos siete meses se han perpetrado un total de 173 agresiones directas contra políticos, de las cuales – mínimo – 73 resultaron en asesinatos… sin embargo, para el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) hasta el momento no ha existido ningún acto de inseguridad que ponga en riesgo el desarrollo del proceso electoral.
De hecho, los números que maneja el INE son muy diferentes a los de cualquier medio de comunicación que, tiro por viaje, reporta semanalmente algún atentado contra políticos. En entrevista con medios, Lorenzo Córdova aseguró que ellos sólo tienen conocimiento de que 13 candidatos han sido “sujetos de violencia”… que, claro, sí está gacho pues “es la antítesis de la contienda democrática”… pero nada que ponga en riesgo las elecciones.
“Nosotros entendemos perfectamente, de hecho, condenamos y lo hemos hecho, lo seguimos haciendo, todo acto de violencia en contra de los distintos actores involucrados en el Consejo General. Lo hacemos ahora respecto del candidato a una alcaldía del Estado de México, que fue asesinado en estos días. Sin embargo, la inseguridad no está afectando de ninguna manera el avance del proceso electoral“, señaló Córdova.
Consciente (esperemos) del reguero de sangre que ha caracterizado al actual periodo electoral, Córdova después le dio giro a sus declaraciones, señalando que él nomás se refiere a la organización del proceso electoral, “que va bien, va en tiempo y avanza oportunamente”… ya lo que tenga que ver con la seguridad, es otro boleto. ¿? Pues sí, el INE nomás organiza las elecciones, lo que tenga que ver con seguridad depende de las autoridades competentes – tanto federales como locales – y, con ellas, el INE nomás mantiene coordinación y comunicación permanente.
De acuerdo con datos del Tercer Informe de Violencia Política en México 2018, realizado por la consultora Etellekt, de las 173 agresiones contra políticos en México perpetradas en los últimos siete meses, la mayoría fueron muertes (78 en total, con un asesinato doble) y amenazas e intimidaciones (49). Según el director de la consultora, Rubén Salazar, ese punto (las intimidaciones) es el que más ha aumentado en comparación con los informes anteriores. “Esto es importante porque aumentó muchísimo el número de amenazas y los actos de intimidación contra candidatos”, señaló. “Hay más de 3.400 puestos en juego, y esto representa un serio desafío para el estado mexicano en lo que se refiere a brindar seguridad a los aspirantes y actores políticos involucrados en estos procesos”, agregó, durante un foro organizado por el Jenkins Graduate School, de la Universidad de las Américas de Puebla (UDLAP), en abril pasado.