Lo malo es que los manifestantes no iban en busca de amor, sino de soluciones a su problema.
El gobernador de Colima, Mario Anguiano Moreno dio una muestra de que los ciudadanos siempre están en el corazoncito de los políticos en el poder… no podrán solucionar peticiones o problemas, pero cómo nos quieren. En un video captado cuando se disponía a comenzar la cabalgata anual al santuario de la Virgen de Talpa, Jalisco, el gober al parecer se dio valor con unos buenos tragos de alcohol y justo cuando se encontraba más sentimental fue increpado por un grupo de trabajadores de la Universidad de Colima, quienes se manifestaban por malos manejos de su sindicato.
Al darse cuenta de la furia de los quejosos, Anguiano hizo lo que todo buen político haría, y lejos de cualquier discurso lleno de demagogia, prefirió abrir su corazón: “Si alguien los quiere a ustedes, hijos de la chingada, soy yo”.
Pero a los manifestantes universitarios al parecer ya muchas veces les han endulzado el oído, porque no aflojaron en sus reclamos: “¡Pues no se nota! ¡Demuéstrelo! ¡Simple y sencillamente apóyenos!”
A grandes rasgos, los miembros del sindicato de la Universidad de Colima reclamaron la destitución de su antiguo dirigente para poner a Luis Enrique Zamorano Manríquez, quien con todo y que “estaba suspendido” pudo tomar protesta. El proceso “fue una cochinada”, acusan. Además reclaman transparencia en el manejo de los recursos del Fondo Social de Apoyo al Pensionado.
Pero ya viendo que los manifestantes no le querían entrar al cotorreo, ya en un tono un poco más “serio”, Anguiano sabiamente respondió: “Hay cosas que a mí me tocan y hay cosas que no; si Zamorano estaba suspendido o no, eso no lo define el gobernador”. Además ofreció recibir a los quejosos para solucionar el problema… eso sí, hasta después de Semana Santa.
Para rematar el momento, a los reclamos se unió el ex diputado federal Leoncio Morán Sánchez, quien lo acusó de corrupto, ya que hasta el momento no ha podido comprobar dónde quedaron alrededor de cien millones de pesos: ¡ Son unos corruptos, gobernador, el pueblo está harto!, gritó el diputado, quien también acusó que miembros del gabinete de Anguiano roban a placer.
“Así no se puede dialogar”, se quejó el gobernador y mejor se fue a seguir chupando dar comienzo con la cabalgata. Todo con un épico final a ritmo de banda.
“Moraleja del video: si toma no ande a caballo, tampoco diga obscenidades a los maestros universitarios, no muestre su amor a los enemigos de sus enemigos, no vaya a manifestaciones en contra del gobierno, no encabece eventos religiosos, no salga corriendo cuando lo cuestionen por corrupción, no sea como Mario Anguiano Moreno, mejor vaya a Talpa sin pintarse el pelo”, comentó al respecto de la grabación de Anguiano-bastante popular en las redes sociales- la página “Hoy lo leo”.