Si estás aquí seguro ubicas los cientos comerciales de YouTube o la enorme campaña digital de un show que se está presentando en México. Hablamos, por supuesto, del espectáculo llamado Shen Yun. Si vieron los anuncios, sabrán que se trata de una celebración de danza y música de la historia en China; pero —fuera de los reflectores—, se esconde una interesante historia para platicar.
Aunque esto de Shen Yun pareciera un evento bastante normalito, esto es más profundo. En realidad, estamos frente a una polémica tamaño industrial.
Los espectáculos de Shen Yun están metidos en un oscuro enredo con el gobierno de China, que los acusa de formar parte de una “secta destructiva”, que busca esparcir propaganda para desestabilizar al Estado asiático. ¿Cómo lo ven?
¿Qué es Shen Yun?
Shen Yun es el nombre corto o popular de Shen Yun Performing Arts, una compañía de entretenimiento basada en Nueva York, en Estados Unidos. Se fundó en 2006 y ahora están localizados en un conocido terreno llamado Dragon Springs.
Han presentado sus shows de danza, música y gimnasia en más de 130 ciudades del mundo.
Ahora, sobre el espectáculo: además de presentar atuendos históricos y coloridos, orquesta en vivo o decenas de bailarines y gimnastas, la gracia es que cuentan leyendas históricas de China. O sea, verás representaciones del Rey Mono, el Emperador de Jade o la famosísima Mulan.
La música, la danza o lo que veas en el escenario es tradicional; pero nada de eso es lo verdaderamente polémico.
Shen Yun se promociona como “China antes del Comunismo” pues aseguran que, en resumen, la Revolución Cultural —el movimiento político de Mao Zedong en los 60— eliminó los aspectos tradicionales de China y ellos buscan retomarlos. El otro punto complicado es que estos shows están relacionados con un movimiento religioso, controvertido y enredado, que algunos consideran secta.
Shen Yun y el Falun Gong
Ahora sí, agárrense. De acuerdo con su página oficial, todos los artistas de la Shen Yun Performing Arts practican una disciplina llamada Falun Gong o Falun Dafa, que se fundó en 1992.
El Falun Gong es un movimiento religioso que combina varios detalles. Tiene creencias de la medicina tradicional china, así como elementos del qigong —técnicas de meditación, respiración o concentración. También tienen algunas cosillas de Budismo y Taoísmo como parte de su filosofía moral.
El movimiento era bastante popular con cerca de 40 millones de miembros, según algunos estimados, hasta que llegó 1999.
Como en muchas situaciones políticas, existen dos versiones de lo sucedido en ese año en China.
De acuerdo con los seguidores del Falun Gong en ese año comenzaron a ser perseguidos por el Partido Comunista de China por ser “una ideología independiente fuera de su control”. Aseguran que han sido encarcelados, torturados y perseguidos por su fe, que nunca ha sido reconocida por el gobierno de su país.
La otra versión es la gubernamental. De acuerdo con el Gobierno, el Falun Gong funcionaba como un movimiento de subversión política con comités centrales y oficinas locales que buscaban “destruir la estabilidad social de China y derrocar al Gobierno chino”. Medios estatales de China aseguran que esta organización resalta valores feudales, incompatibles con la vida actual.
Otro de los puntos más complicados está en las frases, creencias y algunas actitudes que se han reportado sobre el polémico fundador y líder de esta organización.
Se llama Li Hongxhi y tiene casi 20 años alejado del ojo público.
Aunque el Falun Gong se ha alejado públicamente de su creador —quitando su biografía de los documentos oficiales, por ejemplo— sus creencias han sido bastante criticadas.
De acuerdo con el gobierno, el fundador de este movimiento o secta detrás de Shen Yun es una “figura malvada que busca desestabilizar a la sociedad de China”. Lo han acusado de implementar control mental sobre sus creyentes, de apoyar técnicas anti-ciencia, de asegurar que detuvo el final de la Tierra por 30 años y de apoyar el holocausto organizado por Hitler.
Gobierno de China vs. Shen Yun
Como verán, en todo este pleito de Shen Yun contra el Gobierno de China, existen dos versiones. Eso ha alentado un conflicto abierto entre ambos grupos.
En 2010, los espectáculos de Shen Yun en Hong Kong tuvieron que ser cancelados porque los artistas no consiguieron sus visas. La misma organización, en 2015, acusó que su sitio de internet había sido hackeado por el gobierno de China.
Shen Yun tiene prohibido presentarse al interior de China.
Mientras tanto, China levanta alertas en todos los países que este espectáculo de danza se presenta. Ahora que están en México, por ejemplo, la Embajada emitió un impactante comunicado diciendo que son una “absoluta herramienta política para llevar a cabo propagandas de la secta destructiva y anti-China, expandir su influencia y recaudar dinero”.
¿Entonces? Pues la verdad debe de estar a la mitad del pleito. ¿Son una secta o un movimiento religioso perseguido? ¿Son un grupo político o artistas de la danza? ¿El gobierno los acosa o de verdad iniciaron una movilización contra la estabilidad en China? Pos quién sabe, pero a poco no está entretenida la intriga.