Con AMLO presumiendo a cada rato sus programas sociales y la gente desmintiéndolo casi siempre… no había que ser muy astuto para sospechar que algo no carbura bien en la 4T. Y los de la SFP ya tienen en la mira a nueve de los llamados “superdelegados”, bajo sospecha de que son los que andan haciendo quedar mal al cabecita de algodón.
De acuerdo con Proceso, los “superdelegados” de Sonora, Sinaloa, San Luis Potosí, Puebla, Guanajuato, Colima, Chiapas, Chihuahua y Aguascalientes, son investigados por la Secretaría de la Función Pública (SFP) por posible uso indebido de los programas sociales. Así lo informó la mismísima titular de la secretaría, Irma Eréndira Sandoval.
No es por intrigar, peeeeel Adivinen ¿qué superdelegado federal no fue convocado a la reunión de ayer con @lopezobrador_? … Pues Armando Zazueta, de Jalisco. ¿Será por la red de nepotismo que le destaparon? pic.twitter.com/Bs8pRLizbP
— Lourdes mendoza (@lumendoz) October 23, 2019
Aunque nomás iba a comparecencia ante diputados, es decir, nada más a ofrecer datos felices, Sandoval explicó que las investigaciones que les cayeron a los superdelegados iniciaron por denuncias que fueron presentadas por presunto uso irregular de los programas sociales… lo cual, casi de cajón, tiene que investigarse, ya que se trata de un delito grave.
“Esta utilización de programas sociales se tipifican como delitos graves y tienen prisión oficiosa. Estas denuncias están siendo trabajadas con autonomía técnica y de gestión, que corresponde a nuestros Órganos Internos de Control (OIC)”, aseguró la titular de la SFP.
Irma Eréndira Sandoval dio a entender que algunas de las investigaciones a los superdelegados implican cosas más graves que otras, por lo que esos casos están siendo atendidos por ella misma. “Y también los OIC están trabajando para procesar denuncias que se generen sobre nuestros delegados estatales”.
Según lo que reporta Proceso, las denuncias contra los superdelegados podrían considerarse “fuego amigo”… ya que con los jaloneos que se han dado durante el proceso de renovación de dirigencia de Morena, por ahí salió una acusación de que el coordinador general de Programas del Bienestar, Gabriel García, benefició a una de las contendientes.
Para aumentar la sospecha, recordemos que hace unos días AMLO se reunió con los superdelegados, a los que les habría exigido no participar en actos partidistas ni hacer uso de recursos públicos para apoyar a candidatos y partidos. Chin… parece que el aviso llegó tarde, entonces.
Como dato curioso, el ahora tan infame Jaime Bonilla fue en su momento uno de los flamantes superdelegados.