Después de exonerarlo en diciembre pasado, Irma Sandoval, titular de la SFP, se volverá a encontrar con el apellido Bartlett por acusaciones de corrupción y tráfico de influencia. La cosa es que ahora no embarran —directamente— al jurásico funcionario que maneja la CFE. Esta vez, todo se desató por los sospechosos negocios de su vástago: la empresa de León Manuel Bartlett ha recibido millones de pesos en adjudicaciones directas vendiéndole ventiladores con sobreprecio al gobierno.
Ya saben, la vieja confiable de encajar el colmillo durante la emergencia del coronavirus.
Lo importante es que, este lunes, la Secretaría de la Función Pública (SFP) anunció que ya empezó una investigación para revisar estas extrañas adquisiciones de ventiladores que han prendido las alarmas en la opinión pública.
“Durante la actual contingencia, para la Función Pública es una prioridad que las actuaciones de las dependencias y entidades, además de legales, sean morales y no se alejen de la ética pública de la Cuarta Transformación. Asimismo, que el desempeño se ajuste a los criterios de razonabilidad, eficiencia, eficacia, economía, transparencia, honradez y austeridad republicana”, señalaron en un comunicado.
En esa misma tarjeta informativa Irma Sandoval prometió que no solo “va a castigar a los funcionarios”, sino a todos los actores —cof cof hijo de Bartlett cof cof— que especulan con el interés público en estas fechas tan complicadas.
Al momento la investigación se encuentra en pañales, pero ya solicitaron información al IMSS para conocer a profundidad los sospechosos contratos.
Un breve resumen del caso Bartlett
El pasado 1º de mayo, los periodistas de Mexicanos contra la Corrupción (MCCI) revelaron que el hijo de Manuel Bartlett recibió —adjudicación directa— un contrato millonario para venderle ventiladores al IMSS en el estado de Hidalgo.
Los problemas comienzan con que, además del posible conflicto de interés, los precios son los más altos de todos los que ha comprado el gobierno.
Nomás para que se den una idea, la empresa de León Manuel Bartlett vendía cada ventilador en un millón 550 mil pesos y ese mismo día, el mismo IMSS de Hidalgo, firmó otro contrato, ahora con un proveedor distinto, para comprar ventiladores en 880 mil pesos cada uno.
¿Las respuestas? Por un lado, el empresario acusado señaló que hay otros ventiladores más caros —embarrando al gobierno de Claudia Sheinbaum por otras compras con bastantes ceros— y negó que estos negocios comenzaran por un posible conflicto de interés. Por otro, el presidente López Obrador acusó que todo era un ataque contra su administración.
