Georgia Salpa emigró con su familia a Irlanda cuando era niña. Nacida en Grecia, la familia de Georgia huía de la crisis ecónomica en el país de la filosofía y el Panatinaykos.
Llegados a Irlanda, los Salpa se dedicaron a vender pescado, hasta que la crisis del 2008 les estalló en la cara y tuvieron que regresar a Grecia, en donde la crisis griega los recibió con los brazos abiertos.
Los Salpa, pues, no tienen buena suerte y a donde van la crisis estalla, así que decidieron regresar a Irlanda donde, por fin, parece irles un poco mejor.