Con un Palacio de los Deportes que tras un reacomodo de localidades a duras penas logró llenarse a la mitad, anoche miles de personas por fin cumplieron su sueño de ver a Soundgarden en la Ciudad de México.
Desde el momento en que uno entraba la noche del viernes al “Domo de Cobre” se podía ser testigo de algo que no es nada común en este tipo de eventos musicales: las secciones de gradas E, D y C se encontraban tapadas con unas mantas negras y la gente estaba siendo reacomodada en lo que normalmente es la sección B.
Mientras el staff del Palacio se encontraba hecho bolas con la asignación de lugares, desde las 18:00 horas ya se podía ir sintiendo la buena vibra de todas las personas (en su mayoría jóvenes entre los 25 y 30 años que llevaban esperando más de dos décadas para poder ver al grupo conformado actualmente por Chris Cornell, Ben Shepherd, Kim Thayil y Matt Cameron en la Ciudad de México) que disfrutaban de una cerveza helada y platicaban de sus rolas favoritas del más reciente material de estudio de Soundgarden, King Animal.
“Siento que es muy del estilo de los discos solistas de Cornell” y “Creo que la banda logró mantener la esencia de sus discos pasados y sigue sonando a Soundgarden” son algunas de las cosas que se podían escuchar entre las personas que poco a poco iban perdiendo la paciencia conforme se acercaba la supuesta hora en la que debía comenzar el concierto.
A pesar de que la hora señalada para el inicio del show era las 20:30 horas (e incluso cuando todos sabemos que SIEMPRE empiezan más tarde de lo programado los conciertos aquí en nuestro querido país), la gente impaciente que ya se encontraba gritando y chiflando tuvo que aguantarse hasta unos minutos antes de las 21:15 horas para que las luces del recinto se apagaran y unos coloridos y psicodélicos diseños aparecieran en la pantalla gigante que adornaba el fondo del escenario.
Sin decir una palabra, los 4 integrantes de la banda tomaron sus respectivos instrumentos y el “Domo de Cobre” empezó a llenarse con los gritos de la gente y los primeros acordes de “Searching with My Good Eye Closed” (como dato curioso, deberían de haber visto la cara de sorpresa/susto que pusieron los dos gringos que estaban detrás de las consolas de audio cuando sintieron el Palacio vibrar con los brincos de la gente).
La gente no acababa de recuperar el aliento cuando “Spoonman” comenzó a sonar y todos los presentes juntaron sus voces para gritar con Chris: “Feel the rhythm with your hands, steal the rhythm while you can”, momento que se notaba que muchos llevaban esperando casi today su vida para que sucediera.
“Mexico City… ¡Hola!… ¡muchas gracias!, thank you so much. We’re very, very, very happy to be here”, fueron las palabras de Cornell antes de presentar “Jesus Christ Pose”, segundo sencillo de su disco de 1991, Badmotorfinger.
Con una guitarra distorsionada, voz aguardientosa y sonidos saturados, Soundgarden definitivamente demostró anoche cómo debe vivirse un concierto de una banda que porta orgullosamente la bandera del género grunge y cómo es que para un buen show no se necesita tener una mega-producción y una pantalla con diseños e imágenes de la naturaleza puede ser suficiente. Con temas como “Rhinosaur”, “Drawing Flies”, “Mailman” y “New Damage” y sin necesidad de intercambiar palabras con la audiencia entre canciones; Chris, Ben, Kim y Matt dejaron su corazón y alma en suelo mexicano con soberbias interpretaciones de canciones extraídas de sus 6 discos de estudio.
En cuanto al sonido del Palacio de los “rebotes”, tristemente ya todos estamos acostumbrados y mentalizados a acudir al recinto ubicado en Av. Añil y vivir una experiencia de audio pésima, al menos de que estemos haaaasta adelante y el sonido que recibamos sea el de las bocinas de la misma banda. En el caso de Soundgarden, sus ritmos y canciones se prestan a que la gente esté preparada para escuchar algo no tan nítido en los instrumentos, pero si algo muy claro en la voz, que fue precisamente lo que sucedió anoche. A pesar de que por momentos no se alcanzaba a apreciar claramente la guitarra de Kim, la voz de Chris estuvo presente todo el concierto y nos invitaba a gritar estrofas de temas como “Rusty Cage”, “Taree” y “Loud Love”.
Como parte de su encore, la banda decidió regresar al escenario para sorprender a la gente con una gran versión en vivo de “Flower” (aunque originalmente [según el setlist] tenían planeado tocar “I Awake”), seguida de interpretaciones de “Like Suicide” y, la más esperada por muchos, “Black Hole Sun”.
Para cerrar con broche de oro la presentación, Soundgarden invitó a los miles de fans reunidos en el Palacio a que corearan a todo pulmón “Slaves & Bulldozers”, rola que forma parte de Badmotorfinger.
Como conclusión de la maravillosa velada que se vivió el viernes, es triste ver que a una banda como Soundgarden le quede grande un lugar como el Palacio de los Deportes (al menos las mantas negras que tapaban las secciones vacías del recinto sirvieron para que se proyectaran luces y diseños que adornaron durante algunas canciones el lugar)… pero por otro lado, en el show de anoche, el cual duró poco más de 2 horas, estuvieron presentes todas las personas que debían de estar ahí: todos esos fans que llevaban esperando más de 20 años para escuchar a esta increíble banda en vivo, esos papás jóvenes que llevaron a sus hijos a que recibieran una lección de cómo debe de ser la música y esos grupos de amigos que probablemente no eran los fans número 1 de Soundgarden, pero que decidieron ir a echarse una cervezas y disfrutar de las rolas que algunas vez llegaron a escuchar en MTV o VH1.
Aquí pueden echarle un ojo al setlist del concierto de Soundgarden en el Palacio de los Deportes:
**En lugar de “I Awake” se tocó “Flower” y dejaron fuera “Beyond the Wheel”
Reseña por: @RubenNSons
Fotos por: Enrique Fabela© (@lequics)
