La sentencia que hace unos días se le impuso a Sergio Aguayo, consistente en pagar 10 millones de pesos al exgobernador de Chihuahua, Humberto Moreira, por “daño moral”, no sólo afecta el bolsillo del periodista y ya… podría acarrear afectaciones al ejercicio periodístico. Así que, ahí sabrán las autoridades.
Lo anterior ha sido advertido no sólo por los colegas de Aguayo y analistas especializados. Ahora también lo hace la oficina del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) en México, en donde se expresó lo preocupante que es que los magistrados de la sexta sala civil hayan fallado a favor de Humberto Moreira, decidiendo que Sergio Aguayo le dañó moralmente con una columna escrita hace unos años.
“La sentencia puede afectar seriamente la libertad de expresión en México, en particular por el monto exorbitante que se le ordena pagar a un académico y periodista. La reacción cautelosa de la prensa ante esta sentencia puede ser una muestra de este efecto intimidatorio”, indicó Jan Jarab, representante de la ONU-DH en México.
El pasado 10 de octubre, los magistrados de la mencionada sala dieron la razón al exgobernador Humberto Moreira en el sentido de que Sergio Aguayo le causó “daño moral”… y no sólo eso: sino que también “afectó su honor” con la difusión de hechos y opiniones relacionadas con el encarcelamiento del expriista en España, sucedida en enero de 2016.
“Los cómplices” mi columna de esta semana en @reformaopinion” https://t.co/O9nasYwEe1 pic.twitter.com/v5tm5UXMCD
— Sergio Aguayo (@sergioaguayo) October 16, 2019
Lo que indicó el también académico en una columna publicada en Reforma y otros diarios, fue que Humberto Moreira “es un político que desprende [un] hedor corrupto; que en el mejor de los escenarios fue omiso ante terribles violaciones a los derechos humanos cometidos en Coahuila, y que, finalmente, es un abanderado de la renombrada impunidad mexicana”.
Ya sabemos que, a final de cuentas, Moreira terminó saliendo en libertad, regresando a México y hasta intentando volver a incursionar en la política del país… pero entre tanto zangoloteo, nunca se le olvidó el señalamiento de Aguayo, así que terminó por demandarlo en junio de 2016, exigiéndole 10 millones de pesos para resarcir sus “sentimientos, afectos, creencias, decoro y reputación”… y desde entonces se han venido dando varios rounds judiciales, el último de ellos ganado por Moreira.
Debido a la condena impuesta a Sergio Aguayo, la ONU hizo un llamado a las autoridades del Estado y federales a revisar otra vez el caso… a ver si de pura casualidad no ven que, en este caso, se debe privilegiar la libertad de expresión y la no censura. Además, quizás no checaron bien la legislación en materia de protección al derecho al honor y reputación.
“Los estándares internacionales son claros y determinan que los procedimientos civiles deben incluir criterios que impidan que la protección al honor y reputación, bienes tutelados por los sistemas regional y universal de derechos humanos, se vuelva una herramienta de censura a quienes investigan e informan sobre las conductas de servidores públicos”. Agregó el representante de la ONU en México.
#Comunicado📢 ONU-DH: Sentencia a Sergio Aguayo demuestra la urgencia de adecuar el marco normativo de protección al derecho al honor y reputación 👉 https://t.co/TPn9hRbdEL pic.twitter.com/MTLxKYulTR
— ONU-DH México (@ONUDHmexico) October 17, 2019
En lo que las autoridades checan (o no) las recomendaciones de la ONU, Sergio Aguayo advirtió que interpondrá un amparo a la resolución en su contra. Además, no ha dejado de investigar su caso… y de ahí dio más elementos para librarse de pagar esos 10 millones a Moreira. Uno de esos elementos podría estar en el hecho de que el hermano del magistrado que lo condenó fue hecho notario por Ruben Moreira. “El tráfico de influencias a todo lo que da”, lamentó Aguayo en redes sociales.
