¿Pues no dice Mauricio Clark que así se le “quitó” la gay? Ahhhhh, pues, entonces… para evitar la extinción de la comunidad LGBT, los senadores han propuesto tipificar como delitos las llamadas “terapias de reconversión”, las cuales aseguran que son capaces de “corregir” a los homosexuales. ¿Cómo la béisbol?
De acuerdo con Animal Político, para encarcelar a merolicos que dirigen las terapias que “curan” la homosexualidad como si se tratara de un catarrito, los legisladores pretenden modificar la Ley General de Salud, así como el Código Penal.
Además de proponer meter al tambo a quienes participen en el sacadero de dinero que se le aplica a individuos esperanzados en agarrarle gusto a la carne del sexo opuesto (tres años mínimo), los senadores prevén que se suspenda la licencia de trabajo a todo aquel “profesional de la salud” que participe en dichas terapias. Primero por un periodo de uno a tres años y luego, si reinciden en su intención de hacer respetar las supuestas leyes de la naturaleza, se les quitaré la licencia de forma definitiva.
Una de las justificaciones con la que los senadores defienden este proyecto está en el hecho de que las terapias de reconversión lesionan los derechos humanos. Al respecto, la senadora Patricia Mercado recordó que, desde hace casi 30 años, la Organización Mundial de la Salud eliminó las formas de diversidad sexual del catálogo de enfermedades (cof, no importa lo que les diga Esteban Arce, cof).
Por su parte, el ahora morenista Germán Martínez no pudo decir ni pio… ya que se le reprochó su que su expartido, el PAN, tiene una línea más bien conservadora. Bueno, tanto como que no dijo nada, tampoco: si la homosexualidad no se cura, sí los prejuicios. Así que, sin mirar a su pasado, aseguró que él apoya la iniciativa por tratarse del respeto de los derechos humanos de la diversidad sexual.
Este tipo de “terapias” fueron harto comentadas hace algunas semanas, debido a que el periodista de espectáculos, Mauricio Clark, aseguró haber logrado dejar atrás su homosexualidad. Precisamente, a partir de las declaraciones de este extrvagante personaje, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) dio el primer paso para lo que ahora hacen los senadores: alertar sobre lo poco efectivas que son las terapias de reconversión. Todos saben que lo que funciona es rezarle con hartas ganas… No es cierto.