Para que luego la gente no diga que no se hace justicia: en el caso del helicóptero que aterrizó en Área Natural Protegida (ANP), ¿recuerdan? aquel en el que viajaba el senador del PRI, Emilio Gamboa, y que pudo haber causado daño en frágiles estructuras coralinas, así como en la fauna del lugar. Bueno, al final las autoridades aplicaron un duro castigo… en contra del piloto.
Ya que el contratante del servicio ofrecido por la nave no tiene –según- obligación de conocer las leyes, sólo el piloto que realizó el aterrizaje de la discordia será castigado, esto según el director de Comunicación Social de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Rodolfo González. ¿La sanción? Mientras que cuando un político es penalizado sólo paga multas de risa, al piloto se le suspenderá provisionalmente su licencia, además que tendrá que pagar una multa de 365 mil pesos, esto por desobedecer instrucciones de un controlador de tránsito aéreo.
Emilio Gamboa Patrón desciende en isla alacranes,Yucatán en área prohibida con su helicóptero. https://t.co/4c2kUfUai8 pic.twitter.com/8Lif1rCIWj
— YVONNE DE LA TORRE (@YVONNEDELATORRE) 2 de octubre de 2016
Además, Helioservicio, empresa para la que chambeaba el ahora ex piloto, tendrá que desembolsar hasta 2 millones de pesos cargo por modificar sin autorización su plan de vuelo y, claro, por aterrizar en un sitio no permitido. Faltaría saber si la genial idea fue de ellos o a petición de los distinguidos pasajeros de la nave… ya saben: el que paga manda.
Recordemos que este fin de semana se viralizó un video en el que se veía cómo unos fulanos descendían muy alegremente de un helicóptero, para después subir a un lujoso yate. Los pescadores locales señalaron que el aterrizaje causó daños en la vegetación del área protegida, además de voltear algunas de sus embarcaciones. Después nos enteramos que los viajantes a los que les valió queso la naturaleza eran nada menos que el senador priista Emilio Gamboa; el coordinador general de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (STC), Guillermo Ruiz de Teresa, y el empresario yucateco Emilio Díaz Castellanos.
“Atendiendo su invitación para pasar el fin de semana en la Isla Alacranes, abordamos un helicóptero que él [Emilio Díaz Castellanos] rentó para trasladarnos a ese lugar y cuando aterrizamos me subí a su barco”, narró Gamboa, al admitir haber viajado en el helicóptero que aterrizó indebidamente sobre el área denominada como Arrecife Alacranes, ubicada en el Golfo de México y cuyo ecosistema es frágil. “Fue un error que el helicóptero nos haya bajado ahí y lamento que esto haya sucedido”.
Ahora el senador sabe que los errores se pagan… bueno, los pagan otros, pero se pagan a final de cuentas.