¿Cuántas semanas lleva el país sin fiscal electoral? Bueno, pues como nada pasa y seguramente no pasará, los legisladores decidieron que dejarán para después del puente del 20 de noviembre el nombramiento de Santiago Nieto Castillo, quien – recordemos – fue destituido por andar acusando que Emilio Lozoya lo presionó para declararlo inocente del caso Odebrecht… digo, por transgredir el Código de Conducta de la Procuraduría General de la República (PGR).
En una muestra más de descaro y “me vale que la cosa está que arde en cuanto al descontento social”, los senadores acordaron que después de la sesión de mañana, 16 de noviembre, sin ninguna razón se tomarán el viernes 17… para así llegar más descansados al fin de semana, irse al Corona, tomarse el obligatorio día 20 y, así, regresar hasta el martes 21, día en que verán si ya comienzan con el planteamiento de cómo se elegirá al nuevo titular de la Fepade.
Lo anterior pese a que – según el calendario – restan nueve sesiones por llevarse a cabo y se tiene hasta el 15 de diciembre para establecer si la elección del fiscal electoral contemplará la participación ciudadana y de académicos… así que, previendo el futuro, suponemos que regresarán y dirán que no hay tiempo de modificar las reglas y, por lo tanto, ellos serán los responsables de poner un fiscal a modo, digo, un fiscal competente. Esto en pleno inicio del proceso electoral de 2018.
“Bueno, pero ya dijiste que llevamos más de no sé cuantas semanas sin fiscal y el país no se ha caído”, dirán los que no quieren entrar al malévolo “bullying” que se hace contra las instituciones y no encuentran ninguna bronca en que los legisladores se tomen éste que será su segundo “puente” largo del mes. Sin embargo, además del nombramiento del nuevo titular de la Fepade, también se tiene pendiente el nombramiento del fiscal general de la República, el fiscal Anticorrupción, la designación de magistrados electorales, anticorrupción y agrarios… y así, 65 nombramientos pendientes. Por otra parte, también se tienen que discutir normas y leyes de – supuesta – gran importancia. Como por ejemplo, la Ley de Seguridad Interior.