Ya que en años pasados con todo y ley de prohibición milagrosamente aparecían devotos hasta las manitas, contemplando cómo los romanos se manchaban con el protagonista de la representación de la Pasión de Cristo, para este año las autoridades han decidido que no hay bronca… el vino podrá correr religiosamente.
Bueno, a decir verdad, la decisión de que este año no haya Ley Seca es – según –en reconocimiento a la “madurez y responsabilidad” de la población. Al menos de esa forma justificó la jefa delegacional de Iztapalapa, Dione Anguiano. “En reconocimiento a la madurez y responsabilidad de la población, no se aplicará la llamada Ley Seca, por lo que se permitirá la venta de bebidas alcohólicas en los establecimientos que ya cuentan con licencia para ello”.
Con lo anterior, Anguiano aclaró que los vendedores de chupe no podrán aplicar la “multiplicación de los panes” versión caguamas, ya que se mantendrá la prohibición para la venta de alcohol en la vía pública. Así que nada de andar con la michelada mientras se ve cómo el nazareno carga la cruz y mucho menos pulquito o bebidas enervantes para aminorar la tristeza de presenciar el ya conocido fin de la Pasión de Cristo, que este año llegará a su representación número 175 en Iztapalapa.
Por otra parte, la jefa delegacional exhortó a la población a no desperdiciar el agua el próximo Sábado de Gloria (ahí sí, si quieren que corran líquidos, mejor que sean de esos que vienen en six). Aunque en este caso también se apela a que la población agarre la onda y, dado que en la demarcación no sobra el vital líquido, opte por no desperdiciarla… por eso de las cochinas dudas se aplicará un operativo de vigilancia y quien sea sorprendido tirando agua a lo güey se hará acreedor a una multa de hasta 3 mil 224 pesos o arresto de 36 horas.