Las últimas semanas de pandemia han obligado a la Ciudad de México a explorar a fondo la teoría del color… pero los resultados comienzan a sacar más de una risa incómoda. El color del semáforo epidemiológico es, literalmente, “naranja con alerta al límite”.
O sea, no es rojo… pero sí.
El anuncio lo dio, como cada viernes, la jefa de gobierno de la Ciudad de México. “Estamos en semáforo naranja con una alerta, que le llamamos al límite, del semáforo rojo”, comentó Claudia Sheinbaum.
Las noticias de hospitalizaciones y casos confirmados la neta es que no son muy positivas.
“Han crecido las hospitalizaciones”, señalaba Claudia Sheinbaum. Específicamente, la Ciudad de México tiene 3 mil 632 personas hospitalizadas. El aumento, preocupante, en los últimos siete días fue de 205 camas ocupadas. Informaron que hay 886 personas intubadas.
Si nos fijamos en otras medidas que utiliza el gobierno para medirle el agua a los camotes, tampoco estamos en la situación óptima. La ocupación hospitalaria está en el 52%.
El crecimiento de camas ocupadas, en tan solo una semana, fue del 3%.
Durante la conferencia de prensa de este viernes, 27 de noviembre, se anunciaron unas cuantas medidas para seguir controlando el repunte de la pandemia: incluyen la realización de más pruebas rápidas en algunos puntos estratégicos de la Ciudad, la implementación más robusta de los Códigos QR para entrar a los establecimientos y algunos cierres más tempraneros.
Entre las nuevas restricciones estarán que los comercios en el Centro Histórico cerrarán a las 5 de la tarde y que al menos la mitad de las alcaldías tendrán una Ley Seca en la venta de bebidas alcohólicas.
Pero bueno, sobre todo, el chiste está en seguirnos cuidando. Se están poniendo buenos los memes de todas las tonalidades del semáforo naranja en la Ciudad de México, pero la cosa sigue siendo un asunto de seriedad.