Un sistema fácil de entender y asimilar. Cuatro colores: rojo, naranja, amarillo y verde. Imágenes eficaces para que, con unos segundos de revisión matutina, conociéramos el panorama nacional de una crisis que invadía cada espacio de nuestra vida. Todos lo ubicamos, pero dediquémosle unos minutos a platicar del Semáforo de COVID en México.

A prácticamente un año de la pandemia muchas cosas hemos aprendido y una de ellas es cómo las políticas públicas —hasta las más exitosas— pueden desvirtuarse fácilmente.

Foto: CUartoscuro

El Semáforo de COVID arrancó como el método perfecto para ponerle fin a la incertidumbre, pero, conforme pasan los meses y la emergencia sanitaria continúa su curso, la luz se ha ido extinguiendo. A pesar de las alabanzas iniciales, ha terminado como un sistema lleno de contradicciones.

Incluso, en uno de los más preocupantes momentos del manejo pandémico, se señaló la manipulación de cifras en el sistema. Las explicaciones al polémico evento han sido insuficientes.

A un año de la llegada del COVID a México, esta es la historia del Semáforo.

La llegada del Semáforo

En medio de la confusión de los meses iniciales de la pandemia, el Semáforo COVID se implementó el 1º de junio de 2020.

Llegó después de las primeras fases de manejo de la emergencia y fue el banderazo de salida a la era que, tanto en medios oficiales como en las pláticas de comida, llamábamos Nueva Normalidad.

Foto: Cuartoscuro.

Se apareció en México para ponerle cierto orden a la incertidumbre que nos rodeaba. El Semáforo de COVID —presentado por primera vez en una conferencia de prensa de Palacio Nacional— fue la herramienta usada para medir los riesgos de salud pública y comenzar la reapertura actividades económicas y sociales.

El sistema era sencillo.

En rojo el riesgo era máximo, en naranja era alto, en amarillo era medio y en verde era bajo.

Foto: Wikimedia

Las medidas oficiales, con parámetros formales y técnicos, se establecieron en un documento publicado por la Secretaría de Salud llamado Lineamiento para la Estimación de Riesgos del Semáforo por Regiones COVID-19. Si quieren, lo pueden consultar AQUÍ. 

El Semáforo recibe aplausos internacionales

Y luego, llegó el reconocimiento internacional.

En octubre, cuando la implementación del Semáforo de COVID en México llevaba cerca de cuatro meses, la medida recibió los aplausos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En una conferencia de prensa, el Director Ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias, Michael Ryan, reconoció la labor de nuestro país en la creación de este sistema de informar del riesgo con colores e incluso, señaló que la idea se exportó a muchos otros países. 

Incluso se reconoció internacionalmente “la transparencia en casos sospechosos, confirmados y defunciones”.

¿Y luego? El trágico día del suéter rojo

11 de diciembre.

Tanto tiempo ha pasado en pandemia que puede ser fácil olvidar lo complicado que fue aquel segundo viernes de diciembre. Mientras los casos de COVID en la capital aumentaban dramáticamente —basados, presuntamente en la segunda ola pandémica y en las salidas del Buen Fin— la Ciudad de México se quedó, según sus estándares, en Semáforo Naranja.

Foto: Color Palette

Muchos dudaron de la veracidad de aquella decisión y por más de una razón fundamental. Algunos detalles en particular:

  • Las cifras oficiales decían que estábamos a una semana de la saturación hospitalaria.
  • Las cifras de hospitalización señalaban —en la mañana— que estábamos en un 66% de capacidad. Horas después ese mismo número bajó a 64%, dejándonos a un solo punto del Semáforo Rojo.

Y todo eso sucedió con un tremendo simbolismo visual. Las gráficas estaban en rojo, la presentación estaba en rojo, el suéter de Claudia Sheinbaum era rojo. También la vestimenta de Hugo López-Gatell era roja. ¿El Semáforo en la Ciudad? Intrascendente.

El Semáforo Intrascendente

Horas después de la polémica por el Semáforo y las extrañas decisiones políticas, llegó el momento de una explicación que dejó insatisfecho al país.

En la conferencia de prensa vespertina, las autoridades mexicanas desestimaron una política pública que había cosechado éxitos nacionales e internacionales. Una medida celebrada y que cada día tenía más aceptación ciudadana, fue desechada en cuestión de segundos.

“En cuanto al color, es hasta cierto punto intrascendente”, señaló Hugo López-Gatel. “Alerta por COVID-19, emergencia por COVID-19, ¿hay alguna duda?”

¿Modificaron los datos?

Gracias a una investigación del New York Times, se apareció una versión todavía más preocupante de los hechos.

Con tal de evitar que la Ciudad de México pasara a Semáforo Rojo en pleno diciembre —y después de semanas de preocupantes aumentos en los contagios— las autoridades locales y federales habían modificado los datos. Las preocupaciones estaban en dos puntos particulares:

  • La versión oficial decía que la CDMX tenía 58% de camas con ventilador ocupado, pero en los datos del Semáforo decía, sin explicación alguna, que eran 45%.
  • La versión oficial decía que el 37% de las pruebas que se hacían eran positivas, pero en los datos del Semáforo decía —otra vez sin explicación alguna— que ese número era del 25%.

Esos pequeños cambios permitieron a las autoridades evitar que la Ciudad de México llegara a Semáforo Rojo. 

En medio de la controversia, Hugo López-Gatell fue cuestionado por Aristegui Noticias sobre las extrañas diferencias entre los datos oficiales y las cifras con las que armaban el Semáforo. Sobre las pruebas, mencionó que los datos oficiales estaban desactualizados y sobre la ocupación hospitalaria señaló que habían abierto nuevas camas pero que se habían desarrollado tan rápido que no dio tiempo que se reflejaran en el sistema. 

Prometió llevar pruebas al mismo programa… cosa que, a la fecha, no ha sucedido.

Y así cumplimos un año

Esta última semana de febrero se cumple un año del primer caso confirmado de COVID en México y las cosas han sido complicadas.

Mientras la campaña de vacunación emprende sus primeros pasos y la pandemia en algunos estados comienza a aflojar el paso, un amargo sabor de boca queda en la retrospectiva, más allá de los 180 mil fallecimientos.

Foto: Cuartoscuro.

¿La historia del Semáforo será una de oportunidades perdidas? ¿Será este famoso caso de “todo por servir se acaba” o será que los colores que a diario revisábamos fueron una víctima más de las decisiones políticas en momentos que la técnica y la salud apremiaban el paso?

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Soy Max Carranza y me he pasado la vida rodeado de memes, cultura digital y bastantes horas frente a las pantallas. En el camino me encontré la pasión por abordar los temas sociales más urgentes e intentar...

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