Lo que necesitas saber:
Y no es que no pueda vivir un ahuehuete en la CDMX: en Chapultepec hay uno que luce muuuy diferente. Fue plantado casi a la par que el primer ahuehuete de Reforma.
Aunque el segundo ahuehuete no fue golpeado por una camioneta o le cayó una plaga como al primero, su destino parece que será el mismo. Los especialistas lo advirtieron desde los primeros días de su colocación, pero las autoridades no hicieron mucho caso.
A casi tres meses de haber sido plantado, el ahuehuete de Reforma luce… digamos no tan sano. Sólo su parte superior tiene un deseable color verde y, ni tanto, sus hojas ya lucen un poco apagadas. El resto es un poco café tirándole a cobrizo.
“El árbol se observa completamente deshidratado, las hojitas están flácidas y caídas”, advierte Saúl Alcántara, especialista en paisajes urbanísticos en entrevista con El País. De acuerdo con el también profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), desde los primeros días, el ahuehuete de Reforma comenzó a mostrar deterioro, ahora, casi dos tercios de sus hojas lucen cafés.
Hay que podar el ahuehuete de Reforma… aunque los resultados no será los mejores
Este segundo ahuehuete de Reforma fue colocado el 19 de mayo, en sustitución de un árbol de la misma especie que, recordarán, fue retirado casi muerto… las autoridades dijeron que se lo llevaban para rehabilitarlo y, luego, volver a colocarlo. Pues, según lo que se ve, serán dos.
Desde inicios de agosto Alcántara comenzó a hacer públicas las recomendaciones que primero les hizo llegar a las autoridades del gobierno de la CDMX. De acuerdo con el especialista de la UAM, la única opción para que el ahuehuete luzca medianamente sano es podarlo… pero ¡ya!, antes de que muera por completo. Esta medida no lo dejaría bien, quedaría “con una estructura biológica extraña y estéticamente inadecuada“, advirtió al Reforma… pero viviría.
De acuerdo con Saul Alcántara, hubo errores en la plantación del segundo ahuehuete de Reforma. Errores que pudieron evitarse si los responsables de su colocación hubieran seguido las pin$%&/s instrucciones que él y otros expertos asesores dieron por escrito: antes de colocar el nuevo ejemplar, la tierra del primero tuvo que haberse retirado.
“No se hace un revoltijo y después se tapa la cepa, porque toda la tierra se mueve, se quitan microorganismos y queda mucho aire abajo. Entonces, entra aire a las raíces y el árbol se empieza a deshidrata”… y pues sí, se deshidrata, como se puede ver ahora.
Gobierno de CDMX dice que está en proceso de “otoñización”
De acuerdo con El País, las autoridades de la CDMX pintan para cometer la misma burrada que con el primer ahuehuete de Reforma: pese a lo evidente y a los señalamientos de especialistas, diiiiiicen que su actual aspecto es normal. Es que se está rehabilitando del daño que le hizo la persona que, a los pocos días de ser plantado, lo atacó con cemento.
Según los responsables, el colorcito café que está agarrando el arbolito no es porque esté muriendo leeentamente, sino por que está en un “proceso de otoñización”… ¿comenzó a otoñizarse desde mediados de mayo? Pues sí, así mero pasó.