El gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, dijo que en su entidad se han erradicado “los delitos de alto impacto” como secuestros, extorsiones y balaceras, esta afirmación ha generado polémica entre los veracruzanos.
No tenemos claro en qué mundo vive el gobernador, tal vez sigue encerrado en su jaula dorada o tal vez se le atrofió el cerebro, sino no podemos explicarnos cómo es que un mes del asesinato del periodista Gregorio Jiménez se atreva a decir que gracias a la estrategia aplicada en los últimos años de su administración,se logró bajar el índice de delitos de alto impacto, como los enfrentamientos callejeros entre delincuentes y los secuestros; en el marco de relaciones comerciales de una ciudad de Brasil con el Puerto de Veracruz.
También afirmó que la reducción en las extorsiones, ha sido de gran importancia para el mejor panorama económico y la atracción de inversiones:
“En el tema de inseguridad, hace unos meses, el problema eran los secuestros, eran las extorsiones, hoy por hoy no hay extorsiones, no hay balaceras, no hay secuestros, hemos atendido los delitos de más alto impacto, hemos fortalecido la seguridad de Veracruz”, afirmó.
De acuerdo con el reporte de Incidencia Delictiva del Fuero Común elaborado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante el primer mes de 2014 en Veracruz se presentaron tres mil 58 denuncias ante agencias del Ministerio Público por diferentes delitos, siendo los más recurrentes el robo, con mil 197 denuncias, y los patrimoniales con 506, incluyéndose en este apartado la extorsión, el fraude y el despojo. Eso considerando únicamente los que denuncian, ya que la población prefiere no acudir ante las autoridades por considerarlo una pérdida de tiempo ante la ineficiencia y corrupción que impera en las oficinas encargadas de recibir sus querellas.
Ningún gobernante en México tiene el nefasto récord del priista Duarte: 10 periodistas asesinados, cuatro desaparecidos y 132 ataques contra la prensa estatal, según ha documentado Artículo 19. La ola de robos, secuestros y homicidios no encajan con la versión oficial de “un estado totalmente estabilizado en materia de seguridad pública”.
