Para los que creen que la ley de seguridad interior lo que busca es dar chance a que las fuerzas armadas actúen de manera permanente y con completa libertad en tareas de seguridad civil (o sea, carta abierta para violar derechos), no es así. De acuerdo con Miguel Ángel Osorio Chong, el apoyo del gobierno federal en labores de seguridad ha llegado “al límite”, por lo que el retiro de las fuerzas armadas es inminente. La declaración sirve para meter presión y diputados federales aprueben a la de ya la polémica ley. Con ésta, la intervención de Ejército y Marina en labores de seguridad no dependerá de la decisión del Ejecutivo.
‘‘No estamos pensando en legitimar su actuación o hacer de su actuación en seguridad costumbre. Les cuesta mucho trabajo actuar pensando en no cometer un exceso, porque no hay una norma y se les ha querido satanizar’’.
Lo anterior fue dicho durante una reunión con los coordinadores parlamentarios de las dos cámaras legislativas. Ahí, el titular de la Secretaría de Gobernación señaló que el primer paso para la salida del Ejército de las calles será la aprobación de la legislación, la cual hará que el retiro sea de forma responsable: ‘‘el llamado del gobierno de la República no es a perpetuar una circunstancia, por definición excepcional, sino a regularla con alcances, límites y plazos’’, añadió Osorio Chong.
La declaración del de Gobernación es “manita de puerco”: la aprobación de la ley sería una condicional para echar la mano a las autoridades municipales y estatales en materia de seguridad. “Algunos (de ustedes) vienen de estados donde los gobernadores están ávidos de que no haya ley, para que siga el apoyo, y algunos temerosos porque las fuerzas armadas han dicho que no pueden seguir así. No les demos elementos a unos ni a otros. Que sea una norma, no una decisión unilateral, personal o de comodidad’’.
Será en los próximos días cuando el gobierno federal le entregue a cada municipio y Estado el diagnóstico de qué tan mal andan en seguridad… y allá ellos si quieren mejorar o seguir en números rojos. Ya “les toca a ellos comprometerse’’. ¿Y si no quieren? Bueno, pues –además de continuar o elevar los índices de inseguridad– siempre se les puede hacer más difícil la situación, por medios de sanciones. ‘‘Es algo que no habíamos hecho, pero la sociedad debe conocer lo que sucede en su estado para forzar a las autoridades locales a hacer lo que les toca’’.
