Imagínense este lugar: más de 250 hectáreas, frente al mar azul de las costas mexicanas, cientos de metros cuadrados de blanca arena en la Riviera Maya, una de las zonas hoteleras más reconocidas a nivel mundial. Según peritos de la PGR, ese terreno vale mil 240 millones de pesos. Sin embargo, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) lo vendió 20 veces más barato. ¡Qué ofertón! 

Este viernes, gracias a un reportaje publicado por Reforma, nos enteramos que a la Sedatu le gustan los descuentos y las ventas en caliente. Esto, porque además de vender el terreno en solo 61.4 millones de pesos, todos los trámites se agilizaron y quedaron listos en tiempo récord de 3 meses.

De acuerdo a los documentos que encontró el diario capitalino, el comprador se llama Vicente Francisco Cetina Novelo, pero él no forma parte de la historia, ya que apenas lo compró, se lo revendió a una inmobiliaria. El que sí es importante es el director de Propiedad Rural de la Sedatu, Luis Bastarrachea Sosa, porque fue el responsable de tramitar la operación.


¿Y luego? Apenas Sedatu vendió el terreno, el día 19 de febrero del 2016 —recuerden esa fecha—, terminó en manos de José Antonio Chapur Zahoul, un empresario que busca construir todo un desarrollo inmobiliario, comercial y turístico. Esa segunda compra no está abierta al público.

¡Arrancan las irregularidades!

Si sacamos las cuentas de la cantidad que pagó Cetina Novelo, resulta que nomás pagó 23 peses por cada metro cuadrado del terreno. Por cierto, el precio los puso el Indaabin (Instituto de Administración y Avalúos de Bienes de Desincorporación de Bienes), un organismo federal que se encarga de decidir cuánto cuestan los bienes que desincorporan.

La otra, es que el mismo 19 de febrero del 2016 —a las 10:20 de la mañana— ya estaba inscrita la venta en el Registro Público de la Propiedad y todavía no se había hecho el pago. 

¿Cómo consigo un terrenazo en un solo día?

19 de febrero del 2016Vicente Cetina Novelo, un ejidatario de Isla Mujeres, compró un terreno, sacó el título de propiedad, lo registró y lo vendió a una inmobiliaria. En ese mismo día, Cetina recibió el título de propiedad en la Ciudad de México y después andaba en Playa del Carmen inscribiéndolo en el Registro Público.

Todas las operaciones de ese día, contaron con el apoyo de un funcionario público muy atento a su trabajo: Luis Armando Bastarrachea Sosa. Bastarrachea, mencionado arriba, era el director de la Propiedad Rural de la Sedatu y él personalmente hizo algunos de los trámites.

El pago cayó a las 10:56 de la mañana, pero a las 10:20 ya estaba inscrita la venta. A las dos de la tarde, ya estaba el primer aviso de la venta a la inmobiliaria de Chapur Zahoul. En esa fecha, y tras una solicitud de Reforma, nos enteramos que Bastarrachea Sosa estaba en Quintana Roo, atendiendo “atribuciones inherentes a su cargo”.

¿Y qué creen? ¡Rosario Robles era la titular de la Sedatu en la época!

*Con información/fotografía de Reforma

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