A través de un comunicado, la Secretaría de Marina admitió su responsabilidad en los hechos que derivaron en la muerte de tres miembros de una familia; esto después de que peritajes realizados por la Procuraduría General de la República (PGR) apuntaron que la camioneta en que viajaba la familia sí recibió impactos de las Fuerzas Armadas.
Luego de contar con el avance de las investigaciones científicas realizadas por la Procuraduría General de la República, sobre las agresiones de las que fue objeto personal naval por parte de presuntos integrantes de la delincuencia organizada, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, esta Institución asume la responsabilidad que deriva de los hechos en los que, de manera circunstancial, resultó involucrado un vehículo civil ajeno a tales eventos.
Los hechos sucedieron en la noche del 24 de marzo, cuando una camioneta civil quedó en medio de un enfrentamiento entre criminales y elementos de la Marina. Dos niñas de cuatro y seis años, así como su madre, de 28 años, fallecieron en el lugar por impactos de bala. El padre de familia y un niño sobrevivieron, pero resultaron heridos; mientras que otra pequeña salió ilesa.
En el mismo comunicado la Secretaría de Marina se comprometió a proporcionar ayuda y reparación de daños a los afectados, siguiendo lo que establece la Ley General de Víctimas.
De acuerdo a Animal Político, se concluyó que el helicóptero de la Marina sí tuvo responsabilidad en los hechos tras analizar el tipo de armas, la ubicación de los vehículos involucrados, los indicios balísticos y sus trayectorias.
“Finalmente, y no por ello menos importante, [la institución] ratifica que lamenta profundamente los hechos en los que civiles perdieron la vida y reitera su más sentido pésame a sus familiares”, concluye la Marina en su comunicado.