Seguramente en redes sociales o en algún grupo familiar ya viste el video de un supuesto doctor de Monterrey, en Nuevo León, que comparte sus dos “tratamientos” para acabar con el coronavirus: aire caliente de una secadora de pelo en la nariz por cinco minutos y respirar el vapor caliente de un recipiente con agua hirviendo.
En el video difundido afirma que es otorrinolaringólogo.
Y pues sí, es falso que esto funcione para combatir al coronavirus COVID-19.
Primero vamos con lo que dice la Organización Mundial de la Salud (OMS) respecto a los rumores que han surgido en torno al aire caliente o a los climas cálidos.
Ante la pregunta expresa de si se puede matar al nuevo coronavirus con un secador de manos, la respuesta es simple y sencillamente “No, los secadores de manos no matan el 2019-nCoV”.
De la misma forma, la organización internacional explica que las pruebas científicas obtenidas hasta ahora indican que el virus puede transmitirse en cualquier zona, incluidas las de clima cálido y húmedo. Así que no, el calorón tampoco mata al coronavirus.
Por su tenían la duda, tampoco bañarse con agua caliente previene la infección. Independientemente de qué tan caliente esté el agua, la temperatura corporal va a seguir estando entre 36.5° y 37°, por lo que a lo mejor lo único que se consigue es quemarse.
De acuerdo con Benjamin Neuman, doctor estadounidense experto en coronavirus y titular del departamento de Ciencias Biológicas en la Universidad de Texas A&M (citado por AFP), no hay ninguna evidencia sólida que vincule la temperatura ambiental con la transmisión del coronavirus.
El contagio se da más bien por cuánto tiempo pasas cerca de una persona infectada.
Juntos podemos superar esta emergencia de salud pública #coronavirus #COVID19 pic.twitter.com/z9lMrQ1uwK
— OPS/OMS Argentina (@opsargentina) March 29, 2020
Por si todavía queda duda, el presidente de la Sociedad Mexicana de Rinología y Cirugía Plástica Facial, Rafael Espinosa Delgado, afirmó en un comunicado que los métodos propuestos por “el doctor” en el video son falsos y no tienen fundamento científico.
Además hace un llamado para seguir solo las indicaciones de la OMS y de la Secretaría de Salud.