No hay otra palabra que califique mejor a esta nota que “dolorosa”. Así es, un pobre estudiante chino iba en bicicleta a su primer día de clases del año, cuando el destino le jugó una muy, pero muy mala pasada.
Imaginen a este joven cargado de ilusión yendo a sus clases. Pedaleaba y sonreía, sonreía y pedaleaba. Entonces, la vida se ensañó con el pobre chinito justo en el momento en el que se cayó de la bicicleta, y en el acto, el asiento de su bicicleta dio de sí, y sus asentaderas quedaron postradas en el tubo de este legendario medio de transporte.
Ouuuuch!!!
¡Hasta sudé frío cuando vi las fotos!
Primero llegaron los bomberos, quienes ayudaron a quitar la mayor parte de la bicicleta del adolorido joven. Ya después arribó una ambulancia que se llevó al pobre hombre con el tubo metálico enterrado.
¡El balero humano!
La imagen de lo ocurrido rápidamente le dio la vuelta no sólo a China, sino al mundo entero, haciendo que quienes ven las fotos por primera vez, inevitablemente aprieten aquellito.
Por fortuna, el personal médico sacó el pedazo de fierro del ano del estudiante, sin que sufriera lesiones físicas graves. Emocionales quién sabe, pues no sabemos qué tan fácil le resultará sacar de su mente ese momento.
Así quedó la bici:
¿Qué les pareció? ¡Para que no se anden quejando cuando les toque acudir al proctólogo a los 40 años!
