De manera unánime, los miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinaron que continúe el freno para que empresas como Monsanto siembre maíz transgénico en el país. Una decisión que colectivos consideran “histórica”.
Sin discusión fue aprobado el proyecto que deja sin efecto los amparos interpuestos por empresas transnacionales contra la medida precautoria que impide la siembra de maíz transgénico en el país.
“Desde el 2013, la Medida Precautoria impulsada por la Demanda de Acción Colectiva contra la Siembra de Maíces Transgénicos, ha detenido las solicitudes de permiso para sembrar maíces transgénicos en México”, señala en comunicado la organización Demanda Colectiva Maíz.
“Además, la Suprema Corte determinó que los jueces que intervengan en un juicio de acción colectiva pueden dictar cualquier medida que consideren pertinente para proteger los derechos e intereses de una Colectividad, siempre que se cumpla con los requisitos de ley”, agrega el comunicado.
De acuerdo con Demanda Colectiva Maíz, en las acciones legales que las transnacionales han presentado para sortear las suspensiones carecen de sustento e, incluso, resultan contradictorias.
“Empresas como PHI, Dow, Syngenta y la actual Bayer-Monsanto presentaron decenas de impugnaciones y prefirieron no realizar investigación alguna para en el país para demostrar la ausencia de riesgos”.
Demanda Colectiva Maíz califica lo decidido en la SCJN como “histórico”, toda vez que al impedir la siembra de maíz transgénico en México se apoya la preservación de los maíces nativos y la milpa.
Pero no sólo eso, lo anterior “también [es bueno para] el sector apícola y para las abejas mismas, como parte de la biodiversidad, que han sido severamente afectadas por el ingreso de los transgénicos como la soya y el maíz, al igual que el uso de agrotóxicos como el glifosato”.
De acuerdo con el comunicado de Demanda Colectiva Maíz, lo único que ha hecho al impedir la siembra de transgénicos es pedir considerar los derechos de comunidades campesinas e indígenas.
Y bueno, ahora lo que toca en vigilar que la decisión de la SCJN se cumpla a cabalidad… ya que, como se sabe, una cosa es lo que dicen las leyes y otro lo que se hace. Es decir, no se descarta que por ahí alguna transnacional quiera sembrar, acá, bajita la mano.
Como ejemplo de lo anterior, lo que ocurre en la Península de Yucatán, acusa Demanda Colectiva Maíz, donde “donde a pesar de las prohibiciones de la Suprema Corte, la soya e incluso el maíz transgénico se siembran de manera ilegal e impune”.