Mucho se ha platicado del desgarriate que se traen en el Tribunal Electoral (TEPJF… o TRIFE para los que le siguen diciendo Bital al antiguo Banco). Sin embargo, esta tarde un nuevo jugador entro de lleno al enredo, pero con las intenciones de alivianar la discusión. Sí, se trata de la Suprema Corte.
Este jueves, Arturo Zaldívar, ministro presidente de la SCJN recibió a los magistrados amotinados del Tribunal Electoral.
La conversación no fue pública —nomás nos enteramos por un aviso que dieron en sus redes sociales— pero sí podemos contarles que no asistió José Luis Vargas, el presidente ‘en discordia’ del Tribunal Electoral.
Más allá de ponernos a amarrar navajas, que suena divertidísimo, el mensaje de Arturo Zaldívar y la Suprema Corte fue de calma. “Sostuvieron un dialogo constructivo con el objetivo de buscar consensos y alternativas para dar salida a la situación que hoy prevalece en el máximo tribunal electoral del país”, señalaron en un breve comunicado.
Las intenciones es que no se siga embarrando la credibilidad, no se rían, del Tribunal Electoral y de paso “fortalecer las instituciones del Poder Judicial”.
¿Tomó partido la SCJN?
Como les decíamos, la reunión no fue publica, ni fue transmitida, pero sabemos que asistieron únicamente los magistrados ‘amotinados’ y el ministro presidente de la SCJN.
Estuvo el magistrado Reyes Rodríguez —que es el nuevo presidente del Tribunal Electoral, según la discusión que se tuvo el día anterior—, asistió la magistrada Janine Otalora —ella convocó a la reunión extraordinaria—, el magistrado Felipe de la Mata —él empezó públicamente con los reclamos a Vargas— y los otros dos magistrados que apoyaron las mociones, Felipe Fuentes e Indalfer Infante.
José Luis Vargas, el destituido magistrado presidente del TEPJF, no estuvo presente.
No ha habido muchos comentarios públicos al respecto, más allá de un mensaje en Twitter del presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar que privilegiaba el valor del diálogo. “El diálogo siempre será la vía para la construcción de acuerdos y la salvaguarda de la institucionalidad. Ante la situación del TEPJF privilegiemos el bien de México sobre las ambiciones personales”, comentó.