La crítica se desató luego de una acción que Nicolas Sarkozy llevó a cabo en pleno mitin de su campaña electoral.
Se acercan las elecciones presidenciales en Francia y Sarkozy pretende convencer a la ciudadanía para que lo reelijan, pero mientras saludaba a sus simpatizantes en un acto público, el francés detuvo unos momentos sus saludos para quitarse el reloj de su muñeca izquierda y guardarlo en el bolsillo de su saco.
No vaya a ser la de la malas que algún afectado por la crisis se lo quisiera robar.
Resulta que este reloj además de tener un valor sentimental para Sarkozy, pues fue un obsequio de su querida esposa Carla Bruni, también está valuado en 55 mil euros.
En seguida el momento cuando el presidente francés se retiró su carísimo reloj para saludar a la gente, debemos advertir que no se aprecian claramente sus manos pero sí cuando se lo guarda muy bien.
