Ahora que están cerca las festividades por el Día de Muertos, nos topamos esta curiosa y macabra nota: después de años de estar recluido en una cárcel de Madrid, un hombre regresó a su casa y encontró a su esposa convertida en momia.
Y no, no decimos que parecía momia a causa de su apariencia física (como ocurre con varias señoras fodongas).
Fue en noviembre del 2011 cuando el entonces preso fue visitado en la cárcel por última vez por su mujer, de nombre Ángeles Fernández. Desde entonces no volvió a saber de ella. A pesar de que en varias ocasiones el preso denunció la ausencia de su esposa y pedía que se investigara qué sucedía, nadie le hizo caso.
En el exterior de la cárcel, el destino de esta mujer tampoco le importaba mucho a la gente. Al parecer no era muy querida que digamos, pues sus vecinos nunca repararon en la ausencia de la señora, pero sí en los malos olores que salían del interior de su vivienda.
Los vecinos atribuían la pestilencia a la mala higiene de doña Ángeles, pues a últimas fechas se le veía desarreglada. Esta apestosa situación hizo que los colonos de la zona decidieran levantar una denuncia en el Ayuntamiento.
“La falta de higiene que presentaba Ángeles Fernández, en las últimas ocasiones que se la vio, era evidente por lo que no se descartó que estos olores fueran producidos por falta de higiene en el interior de la vivienda”, señalaron las autoridades.
No obstante, a pesar de las peticiones de la policía local y de la guardia civil, un magistrado denegó en varias ocasiones la entrada de las autoridades a la vivienda.
Con los meses, la gente se acostumbró al olor y todos se olvidaron del tema. Bueno, todos menos el marido, quien hace unos días fue liberado con un permiso especial y lo primero que hizo fue ir corriendo a su casa. Después de tocar y ver que nadie le habría, abrió la puerta a patadas y se dirigió corriendo al dormitorio.
¿Y qué se encontró?
Contrario a lo que pensábamos, no se encontró a su esposa con el lechero. Tampoco con el señor de la basura. Lo que vio fue el cadáver momificado de su mujer recostado sobre la cama.
Las autoridades informaron que el cuerpo de Ángeles Fernández no presentaba signos de violencia, aunque se hará una autopsia para dar con las causas de la muerte.
Hasta ahora, es un misterio por qué el juez no dejó que entrara nadie a ver qué pasaba con la señora igual y se la andaba dando. ¡Para que vean que en todos lados hay autoridades incompetentes!
