Gente haciendo pancho porque a Vilma Dinkley (de Scooby Doo) le gustan las mujeres o que discute porque equis serie incluye a personajes LGBT+ para sus historias. Pareciera que hablan de algo que es nuevo, pero no, no lo es. Y la prueba está en una mujer que vivió hace más de 2 mil años en Grecia y cuyos poemas son dignos de análisis y apreciación: Safo de Lesbos.
La simple existencia de Safo dio pie al surgimiento de un nuevo concepto para Occidente —y luego para todo el mundo—, nuevas palabras que siglos y siglos después identifican a una de las comunidades de nuestra diversidad: la lésbica, el lesbianismo y safismo.
Por acá les vamos a contar un poco de quién fue Safo y la importancia de su poesía —y por qué desde hace más de dos mil años (2 mil 500) su nombre sigue revolucionando el mundo.
Safo
Safo fue algo así como una rockstar de la poesía lírica. Su obra —aunque poco sepamos de ella porque fue destruida o sucumbió al paso del tiempo— fue considerada como una las más importantes de la civilización griega, a la par de Homero.
Platón la llamó la décima musa y, aunque esto se lea raro, Safo fue de las pocas mujeres representadas en la cerámica griega —esto la convirtió en una celebridad, pues el hecho de que tu carita preciosa fuera retratada en cerámica hablaba del nivel de tu fama. ¿Cómo los y las influencers de hoy en día? Mmm un poco, pero más pro.
¿Qué más sabemos de Safo? Lo que es seguro es que sobre su vida giran un buen de anécdotas que se convirtieron en leyendas, compartidas de voz en voz, de generación en generación.
Algunas para reconocer su brillante obra y otras para demeritarla, sobre todo para borrar a Safo como una mujer que amaba a otras mujeres.
La gente experta coincide en que Safo nació en la isla de Lesbos, aproximadamente en el año 612 antes de Cristo (a.C), en una familia de la aristocracia de Mitilene —ciudad ubicada en esta isla.
Mientras sus hermanos trabajaban en el comercio para ganarse la vida, Safo daba clases de poesía y música a adolescentes y jóvenes también pertenecientes a la aristocracia de Lesbos, además de que componía por encargo epitalamios (poemas líricos o canciones para celebrar bodas) e himnos.
Las mujeres de Lesbos en el siglo VII a.C
Si ustedes le echan un ojo a textos especializados o libros sobre Grecia antigua, se darán cuenta que la situación de las mujeres en la vida pública y privada era de puro sometimiento.
La arqueóloga y antropóloga María José Noain lo explica muy bien en ‘La mujer en la Grecia clásica’, texto publicado en National Geographic:
“En la antigua Grecia la mujer no tenía ningún reconocimiento jurídico, político y social”.
Para el sistema social de aquellos tiempos, el papel de las mujeres estaba en casa como madres y esposas, pero nunca como ciudadanas de las polis.
Entonces, ¿qué hay de Safo? ¿Por qué tuvo la oportunidad de hacer cosas completamente distintas a las actividades del hogar?
Safo vivió en la época del nacimiento de las ciudades-estado, pero también en un contexto donde había un poco más de libertad para las mujeres en Lesbos —al menos si lo comparamos con lo que después vivirían en Atenas.
A esto hay que sumar que la homosexualidad era algo común, sobre todo para los hombres en razón de su estatus.
Y va de nuevo: de las mujeres se esperaba que se casaran con hombres, pero el hecho de que se amaran y desearan entre ellas no era ninguna sorpresa.
Además, las mujeres de esta isla eran conocidas como lesbianas o “alguien de Lesbos” y más tarde, con la fama de Safo, surgió el término lesbianismo y safismo —la admiración de una mujer hacia otra.
Poemas de amor y deseo
Por ahí suelen decir que Safo fue la primera lesbiana de la historia. Pero se trata de un lugar común, donde el nombre de la poeta sobresalió entre muchos más de otras mujeres que expresaban su amor por el mismo género.
Todo esto quedó reflejado en sus poemas. Carla Bocchetti y Ronaldo Forero, de la Universidad Nacional de Colombia, publicaron un análisis de algunos fragmentos de los poemas encontrados en Colonia —el papiro de Colonia.
El equipo se dio a la tarea de rescatar estos fragmentos, traducirlos y analizarlos, explicando cosas bien interesantes como que los poemas de Safo iban destinados a dos cosas.
La primera: a las celebraciones públicas, bodas, festividades y la segunda, al espacio personal. Acá la explicación:
“Los temas varían según el uso particular de cada poema, aunque no es fácil discernir el contexto en el que se cantaba; es seguro que unos eran cantados en ambientes privados como en el de sus amigas y alumnas cercanas, otros en las bodas (epitalamios) y en festividades o cultos religiosos”.
Como se trataba de poesía lírica, el común de las presentaciones de Safo era la música, mediante la lira y danza en las fiestas públicas.
Los temas eran variados, pero en la historia han sobresalido los poemas dedicados a sus amores, a mujeres que le robaron el sueño —casi casi como le pasó a Sor Juana Inés de la Cruz en el siglo XVII.
¿Quieren leer uno? Aquí les dejamos un fragmento que habla de cómo el deseo te mueve el tapete, publicado por la BBC:
“Me parece semejante a los dioses ese
hombre que está ante ti
sentado y escucha la preciosa voz
de cerca
y la risa adorable que hace temblar
mi corazón en el pecho,
en cuanto te veo, se me va
el habla,
se me rompe la lengua,
me hormiguea un fuego impalpable,
mis ojos no ven, no oigo
claro,
transpiro de frío, un temblor
se adueña de mí, descolorida
como pasto seco, me
muero,
pero a todo hay que atreverse cuando nada se tiene“.
El intento de borrar su nombre, la misoginia y homofobia
Se sabe que la obra de Safo llegó a las más de 10 mil líneas, que quedaron resguardadas en la Biblioteca de Alejandría.
Sin embargo, hoy en día sólo se conocen 700, que es el 10% del total de su obra. ¿Por qué?
Si bien la poeta fue reconocida en la antigua Grecia, lo cierto es que conforme el paso del tiempo, el cambio de las sociedades y la moral impuesta por el patriarcado, Safo fue considerada como sinónimo del libertinaje.
Ya en la época cristiana hubo líderes, sacerdotes, monjes que ordenaron quemar los poemas que habían sido transcritos de generación en generación —en un claro acto de misoginia y homofobia.
Y de esta manera, su nombre intentó ser borrado de la historia. Sin embargo, persistió.
En la actualidad y gracias a que más personas se interesan en su obra y vida, sabemos que Safo fue pionera de lo que hoy vemos día a día.
Que Safo expresaba su amor tanto por mujeres como hombres, aunque esto no habla de una orientación en particular, sino de la fluidez de la poeta para amar.
“Los poemas de Safo sobre su temática más importante, sexo y amor, son sobre todos (…) A Safo no le importaba a quién amamos, sigue siendo amor”, explicó la profesora especializada en la poeta Margaret Reynolds y consultada por la BBC.
Si quieren saber un poco más de Safo, por acá les dejamos un breve video del rifado equipo de TED-Ed que resume lo que contamos en este textote:
**Con información de BBC, Carla Bocchetti, Ronald Forero, Alejandro Andrés Saavedra en ‘El ideal de amor en Lesbos, a partir de Safo y Alceo’, María José Noain en National Geographic, la Revista de la Universidad de México y TED-Ed.
