Eso no es del creador… “En el templo aquí yo mando“, dice el sacerdote de una iglesia en Irapuato, Guanajuato, que no quería llevar a cabo una boda hasta que los fotógrafos contratados por la familia se mocharan.
¿Como por qué? El padre afirmaba que dentro de la iglesia solo podían tomar fotos los fotógrafos de la iglesia, que tienen la concesión, y que todos los externos tenían que pagar una cuota de 700 pesitos.
¿La concesión de los fotógrafos en una iglesia?
Resulta que hace no mucho tiempo una pareja decidió casarse. Como querían llevar a cabo la ceremonia religiosa, acudieron a la iglesia en Irapuato para apartar y pagar una misa.
Todo quedó arreglado, los invitados y la familia llegaron. Pero a la mera hora, cuando ya estaba listo todo, el sacerdote de la iglesia salió y le dijo a la familia que si iban a utilizar fotógrafos externos tenían que “arreglarse” con los fotógrafos de la iglesia.
Y que si no querían soltar el moche entonces no habría boda. Y soporten.
La familia intentó dialogar con el sacerdote para hacerle entender que la boda ya estaba pagada y que no podía cancelarse solo por los fotógrafos. El padre responde que si no quieren soltar los 700 varos para “arreglarse” entonces se va a retirar y se acabó.
Explica que los fotógrafos tienen la concesión para trabajar de manera única al interior del templo y que si quieren usar fotógrafos externos entonces tendrán que tomar fotos afuera del templo, pero no adentro.
¿No le pierde?