Aunque Rusia sostiene que no se puede afirmar que una bomba haya derrivado el avión Airbus A321, el presidente Vladimir Putin ha decidido suspender los vuelos a Egipto hasta que se sepa qué fue lo que en verdad pasó.
“Hasta que no determinemos las verdaderas causas de lo ocurrido, considero conveniente suspender los vuelos de Rusia a Egipto, y esto se refiere sobre todo a las rutas turísticas”, había argumentado Bortnikov según las agencias locales.
Al igual que en Reino Unido, todos los ciudadanos rusos que se encuentren en Egipto serán regresados a su país. Se calcula que hay 45 mil rusos de vacaciones en Egipto.
Esta nueva medida rusa le da más peso a la hipótesis que sostienen Estados Unidos y el Reino Unido, de que una bomba fue colocada en la bodega y esto fue lo que causó la explosión del avión Airbus A321 y dejó sin vida a 224 personas.
De cualquier forma, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov asegura que la suspensión de los vuelos es solo para garantizar la seguridad y no significa que acepten la teoría del atentado.
“Ninguna de las versiones del siniestro del avión ruso A321 en Egipto puede tener prioridad, pues no hay indicios definitivos a favor de ninguna” dijo Peskov