Ya lleva un buen tiempo desde que Rusia anunció su vacuna contra el COVID-19 —la Sputnik V que llegó hasta México— y muchos se han preguntado ¿qué onda con la OMS? ¿Por qué todavía no la aprueba?
Pues… parte de la explicación la trae el mismo Kremlin que admitió que —ooops— malinterpretaron los datos que la Organización Mundial de la Salud pidió para darle el visto bueno a la Sputnik V.
Rusia admite que “malinterpretó” los datos que pidió la OMS para darle el visto bueno a la Sputnik V
La info corrió desde Moscú, donde Dmitri Peskov explicó que Rusia está como el meme del chavo haciendo tortillas, apurándose a recopilar la información que la OMS pidió —y que no pasó la primera vez que envió la solicitud para la certificación de la Sputnik V.
¿Por? Según Dmitri Peskov, portavoz de Vladimir Putin, las normas entre Rusia y la OMS son bien distintas y justo por eso, ellos tenían “una idea diferente” de los datos que debían enviar y cómo.
Más o menos aquí sus palabras, citadas por la corresponsal de RFI Anissa El Jabri:
“Trabajamos en la información que debe proporcionarse para la certificación y que aún no hemos dado porque teníamos una idea diferente de lo que debía ser y cómo hacerlo”.
Así que paso a pasito Rusia se está adaptando a los requisitos de la OMS con la esperanza de que por fin la Organización les dé el visto bueno.
Recordemos que la Sputnik V fue una de las primeras vacunas que salió al tiro frente a la pandemia de COVID-19 y que a inicios de febrero de 2021 la revista científica The Lancet explicó que tenía una eficacia del 91.6% —y de hecho, Rusia fue el primero en anunciar el registro y la salida de la primera vacuna contra el COVID-19, en agosto de 2020.
Pero ni la OMS ni la Agencia Europea del Medicamento (EMA) —ni Estados Unidos— le han dado el visto bueno y aquí la explicación, al menos en el caso de la Organización Mundial de la Salud.
Ensayo de Fase III de Sputnik V arroja eficacia del 91.6%: The Lancet