Los rastros explosivos que se hallaron en los escombros del avión de pasajeros ruso que se estrelló en Egipto hace unas semanas corresponden a una bomba, confirmó Alexander Bortnikov, jefe del Servicio Federal de Información (FSB, antes KGB).
Así que la muerte de 224 personas es resultado de un ataque terrorista, ya que se constató que la explosión de la bomba ocurrió al interior de la nave y ésta no cayó por accidente. “En el vuelo explotó un artefacto explosivo de una potencia de 1.5 kilos de trilita. Como resultado, el avión se desintegró en el aire.”
Ante los resultados de las investigaciones hechas por la FSB, Vladimir Putin, presidente de Rusia, prometió que se hará lo necesario para dar con los responsables es este ataque terrorista, contra quienes caerá todo el peso de la ley.
Aunque aún no se tiene información que ayude a responsabilizar a alguien, el FSB anunció que ofrece una recompensa de 50 millones de dólares a quien ofrezca datos que sirvan para fincar cargos. “Vamos a encontrarlos en cualquier parte del mundo y a sancionarlos”, advirtió Putin.
“No vamos a detenernos a limpiar las lágrimas de nuestras almas y corazones. Se quedará con nosotros por siempre (el recuerdo de las víctimas), pero eso no nos detendrá para encontrar y castigar a los criminales”.
Recordemos que el mes pasado (el 31 de octubre) un avión A321 perteneciente a la aerolínea Metrojet cayó minutos después de despegar de la localidad de Sharm el Sheij (esto en Egipto), con rumbo a San Petesburgo. Aunque las autoridades del gobierno británico insinuaban la posibilidad de que todo fuera producto de un ataque terrorista, Rusia y Egipto no lo habían reconocido.
Putin aprovechó el anuncio para confirmar que su país seguirá con los ataques aéreos contra Siria. “Nuestra operación aérea no sólo va a seguir, sino que debe reforzarse”. Además señaló que para esto se apoyarán en personas con los que comparten valores morales que forman parte de su política, en este caso de exterior y de seguridad.
Funcionarios de los Estados Unidos señalaron a NBC que a principios de este mes lograron interceptar conversaciones realizadas entre miembros de ISIS, quienes hacían alarde de haber derribado el avión de Metrojet, lo cual dejó 224 muertos, la mayoría de ellos turistas rusos.