Este lunes 14 de septiembre, la titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra, se reunió de manera virtual con la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados. En esta mesa de trabajo la funcionaria afirmó que la toma del edificio en la Ciudad de México tiene “evidentes tintes políticos” y que están siendo de una campaña mediática de mentiras y desprestigio.
Afirmó que como miles de mujeres y hombres, ella también sigue siendo una víctima ya que nunca le dieron respuesta a las violaciones de derechos humanos que sufrió.
Afirma que durante la reunión que la CNDH tuvo con un grupo de víctimas se atendieron todas las peticiones, sin embargo 3 víctimas tomaron la decisión de quedarse al interior hasta que no se cumplieran sus demandas, por lo que se hicieron gestiones para ayudar a resolver el caso. De esta situación derivó la toma del edificio de Cuba 60 en la Ciudad de México.
Piedra Ibarra aseguró que las víctimas están siendo acompañadas en todo momento y que han buscando diálogo con los y las manifestantes quienes piden 3 cosas a la CNDH: una recomendación al gobierno en contra de la violencia feminicida, que no se les criminalice y no se actúe judicialmente contra los colectivos y apoyarlos con un inmueble para que realicen sus actividades en defensa de las mujeres, mismas que se aceptaron de inmediato.
La despensa era de todo un mes
En relación a las denuncias que hicieron los colectivos feministas de que la CNDH tenía despensa en exceso en las instalaciones y que tenían incluso cortes finos de carne, la titular explicó que un día antes de la toma habían surtido la despensa de todo un mes, por lo que estaba íntegra en la sede.
Además de que los cortes de carne en realidad eran chambarete, así como bistecs de res y de cerdo. Incluso afirmó que ella comía sopa de pasta, arroz, frijoles, guisado y aguas frescas, no comida gourmet como se afirma.
Agregó que que en el comedor, del que fueron despedidas injustamente las trabajadoras, diariamente se servían entre 30 y 50 comidas para los trabajadores visitantes o incluso las víctimas. Pero negó que ahí hubieran chefs.
