Romeyno Gutiérrez es considerado el primer pianista indígena de América Latina perteneciente al grupo de rarámuris de Retosachi en Batopilas, Chihuahua. También conocidos como tarahumaras, estos indígenas son conocidos como los atletas más resistentes del mundo, pues son capaces de recorrer distancias largas no como un pasatiempo o un “estilo de vida”, sino como una forma de comunicarse y como parte de su cultura misma.
Sin embargo, Romeyno dejó las distancias para centrarse en las partituras de piano, siguiendo los pasos de sus padres, quienes son músicos tradicionales de su pueblo. Desde que tenía cinco años, escuchaba la música de Beethoven y Chopin hasta convertirse en discípulo de Romayne Wheeler, músico e investigador estadounidense conocido por su trabajo con los tarahumaras en el ámbito cultural. De hecho, podría decirse que es su único discípulo…
Romeyno mezcla la música tradicional rarámuri, algunas danzas de su cultura, con el sonido clásico del piano. Su característica principal, la cual ha asombrado al mundo –fuera de México–, es su indumentaria tradicional, la cual representa el resguardo de sus tradiciones y de una cultura que forma parte de la construcción de la historia de México. Ha tocado en varios espacios tanto en Estados Unidos como en Europa gracias al apoyo que Wheeler le ha dado.
A mediados de julio, Romeyno Gutiérrez presentó Danzas rarámuri en el piano, su disco debut con apoyo del Programa para el Desarrollo Integral de las Culturas de los Pueblos y Comunidades Indígenas (PRODICI).
Ahora, este pianista llega a Estados Unidos, en específico a Chicago, para participar en la primera edición del Mexican Indigenous Music Festival, el cual se celebrará del 12 al 16 de septiembre con el objetivo de presentar a nuevos públicos en el país del norte, las raíces musicales indígenas en México. Por ejemplo y con Romeyno como embajador, a los rarámuris de Chihuahua. Además, el festival cae justo entre las celebraciones de la Independencia de México. En esta ocasión, Romeyno presentará Danzas rarámuri en el piano en diversas instituciones de Chicago.
No es la primera vez que el pueblo de los rarámuris pone en alto sus tradiciones a nivel mundial. Lorena Ramírez, por ejemplo, es una corredora rarámuri que ha ganado reconocimiento en un plano internacional gracias a su participación en carreras y maratones internacionales como el ultramaratón Tenerife Bluetrail, en el cual ganó el tercer lugar vistiendo sus prendas tradicionales.
