El amor no sabe de geografía, ideologías políticas o religiones, esta historia de la vida real es prueba de ello.
Los grandes clásicos nunca pasan de moda, e incluso tienden a ser imitados por la vida real. Así, la historia de Romeo y Julieta fue recreada en Medio Oriente.
Huda al-Niran es una joven saudí que desafió a su familia y cruzó ilegalmente a Yemen para cumplir su sueño de casarse con Arafat Mohammed Taher al-Qadi, de 25 años.
Ambos se habían conocido cuando Al-Qadi trabajó en una tienda de telefonía móvil en Arabia Saudita, sin embargo, la familia de ella siempre se opuso a su deseo de casarse con el joven yemeni.
En octubre Al-Qadi tuvo que regresar a su país. Para preservar su amor, su enamorada desafió a su familia y a las leyes, para lo que huyó de su casa y cruzó la frontera. Por desgracia fue detenida por las autoridades yemenís, que ahora buscan deportarla.
El destino de Huda al-Niran se decidirá en un juicio el próximo 1 de diciembre. El caso está llamando la atención de la comunidad internacional, incluso un funcionario de la Agencia de Refugiados de la Organización de las Naciones Unidas le reveló a Reuters que harán lo posible para que esta chica obtenga asilo humanitario y se evite su deportación.
Ayer, mientras Al-Narin rendía una declaración previa al juicio, cientos de simpatizantes coreaban afuera del Tribunal de Sanaa consignas como “El amor está antes de las fronteras y la ciudadanía” y “Todos somos Huda”.
Por lo pronto, el tribunal de Sanaa se negó a permitir que un abogada proporcionada por la Embajada de Arabia Saudita sean quien defienda a la valiente novia. De momento, la defensa corre a cargo de un abogado designado por una organización no gubernamental yemení de nombre Abdel Rakib, quien dijo que “Este es un caso humanitario, y no tiene porque aumentar las tensiones entre los dos países”.
La organización Human Rights Watch, con sede en Nueva York, instó a Yemen a no repatriar a la joven: “Si es deportada a su país, ella teme recibir daño físico por parte de los miembros de su familia, quienes dice, ya la han golpeado en el pasado”.
Arabia Saudita y Yemen son países profundamente conservadores, por lo que, a pesar de lo difícil de la situación, el valor de estos dos jóvenes por desafiar a las autoridades ha sido visto como algo sorprendente.
Habrá que esperar y ver si el amor triunfa, o si finalmente, las fronteras y las creencias terminan por separarlos. ¿A poco no parece capítulo de La Rosa de Guadalupe?
