El pasado fin de semana, con la tercera ola de COVID agarrando vuelo, los mensajes oficiales estuvieron más enredados que el final de Evangelion… y ya se imaginarán cómo se puso el pleito. Mientras la Ciudad de México aseguraba que estábamos en Semáforo Naranja, las autoridades federales nos pusieron en Rojo.
¿Por qué nos dan información cruzada? ¿De qué tamaño es verdaderamente el riesgo? ¿Qué tanta utilidad tiene el modelo?
Como sabemos que surgieron dudas por todos lados, mejor le preguntamos al gobierno local. Esta mañana, en #SopitasXAireLibre, platicamos con Eduardo Clark, director de la Agencia de Innovación Pública, para que nos explicara qué cuernos pasó con el color del Semáforo.
Riesgo alto vs. Riesgo máximo.
Básicamente, esa es la diferencia de posturas entre la Ciudad de México y la Secretaría de Salud.
“Estamos plenamente conscientes que nos encontramos en un nivel de riesgo alto, en términos de COVID”, señaló Eduardo Clark. “Sin embargo, no compartimos la afirmación de estar en un nivel máximo como pudiera señalar el Semáforo Rojo”.
Las autoridades capitalinas aseguran que la tercera ola sí está aumentando los casos, pero no al nivel que veíamos en diciembre pasado o en enero de este año.
Según datos que nos compartió el funcionario, a comparación con la segunda ola de COVID que nos puso en Semáforo Rojo, estamos en un 43% de los casos que se llegaron a tener, al 30% de las defunciones y al 20% de las llamadas de emergencia. “Sería, entonces, poco objetivo afirmar que nos encontramos en el nivel máximo“, comentó.
Además, nos explicó en #SopitasXAireLibre que sus argumentos para dejarnos en Semáforo Naranja están basados en señales de mejoría.
“Todos los indicadores marcan una estabilización que no se veía en ocho semanas”, comentó Clark al recordar que la Ciudad de México es también la entidad más vacunada en el país “con cerca del 83% con una dosis y prácticamente el 45% de todos los adultos con dos dosis”.
¿Por qué tienen datos distintos?
Esa es una de las dudas principales. Si tuvieran los mismos datos, el Semáforo tendría que ser el mismo, ¿no?
Entonces, le preguntamos cuál era el motivo de la diferencia en la medición o cuáles eran las razones por las que lo que la Ciudad de México ve como Naranja, la Secretaría de Salud ve como Rojo.
“Tienen la complejidad de medir a todos los estados”, apuntaba Clark al tratar de explicar las diferencias.
Según las autoridades capitalinas, el Semáforo de COVID a nivel federal no tiene la capacidad de medir minuciosamente lo que pasa en las entidades. “La Ciudad de México se ha visto perjudicada al sumar más puntos por los casos activos que identificamos”, comentaba. Cifra que se ve incrementada por ser el lugar donde más pruebas se realizan.
Además, acusan que los datos para ponernos en Semáforo Rojo estaban rezagados por dos semanas.
“Si se usaran datos actualizados, veríamos que muchos de los indicadores no nos pondrían en Nivel Máximo”, señaló. Si quieres escuchar la entrevista completa en #SopitasXAireLibre —dura nomás 13 minutitos— échatela acá abajo.