Un centenar de personas murieron en disputas por los últimos restos de comida a bordo de una embarcación de migrantes, que están varados en el mar porque Tailandia, Malasia e Indonesia se rehúsan a dejarlos desembarcar.
Algunos fueron apuñalados, otros ahorcados, golpeados hasta morir con tablas de madera o lanzados al mar, según informa uno de los sobevivientes:
“Una familia fue golpeada hasta morir con tablas de madera, el padre, la madre, y el niño. Y luego lanzaron sus cuerpos al mar”, declaró Mohammad Amin.
Los migrantes querían desembarcar en Malasia pero la marina de ese país los obligó a abandonar sus aguas territoriales, 712 personas lograron ser rescatadas por embarcaciones de pescadores, quienes los trasladaron a la costa de Langsa en Indonesia.
Sin embargo, otras dos embarcaciones con cientos de personas a bordo siguen a la deriva en esa región del Mar de Andamán, sin alimentos ni agua.
Es una especie de ping-pong marítimo, dijo Joe Lowry, vocero de la Organización Internacional para las Migraciones.
“Es un ping-pong marítimo con seres humanos. ¿El resultado del juego? No quiero dramatizar, pero si a esa gente no se la asiste y lleva a tierra pronto, vamos a tener un barco lleno de cadáveres.”
La organización Human Rights Watch pide poner fin a este “juego letal” y permitir a los navegantes que desembarquen para ofrecerles ayuda, ya que puede haber hasta ocho mil personas a la deriva, luchando por desembarcar.
¿Qué pasaría si no fueras ciudadano de ningún país?
Aunque el artículo 15 de la Declaración Universal de Derechos Humanos reconoce a toda persona el derecho a tener una nacionalidad y a que no se le prive arbitrariamente de ella ni del derecho a cambiarla. El gobierno de Birmania afirma que los rohingya son migrantes de Bangladesh y les niega la ciudadanía (aunque han habitado el país por varias generaciones) y además son perseguidos.
Al parecer los rohingya son descendientes de comerciantes árabes que naufragaron en las costas de Birmania en el siglo octavo. Su lenguaje, sin embargo, es un dialecto bengalí relacionado con los pueblos indoarios de Bangladesh y la India.
Las leyes en contra de ellos son muy duras y altamente discriminatorias, en particular:
- un rohingya no puede ser un ciudadano de Birmania
- un rohingya necesita permiso para casarse
- un rohingya necesita permiso para tener más de dos hijos
- un rohingya debe informar a las autoridades si quiere viajar fuera de sus pueblos (incluso en casos de emergencias médicas)
Con escasa educación, los rohingya suelen encontrar empleo como conductores o pescadores. Desde 1978 más de 300 mil rohingyans marginados han cruzado la frontera hacia Bangladesh, para escapar de la opresión del gobierno birmano.
Poblaciones, escuelas y mezquitas han sido atacadas y quemadas por budistas extremistas. Cientos de rohingya han sido asesinados y más de uno de cada 10 miembros de esa etnia se han quedado sin hogar.
La hostilidad se desbordó hace 3 años, cuando una mujer fue brutalmente violada y asesinada presuntamente por tres hombres rohingya. Diez musulmanes fueron asesinados en respuesta, lo que provocó disturbios masivos y el despliegue de las tropas del gobierno para aplastar el levantamiento.
Nadie los quiere recibir
La Marina de Tailandia asegura que ha ayudado a las embarcaciones con migrantes que están en sus aguas, e indicó que podría estar dispuesta a permitir el establecimiento de campamentos de refugiados en sus costas, pero no les permitiría vivir ahí.
La mayoría de los migrantes rohingyas, quieren establecerse en Malasia porque es un país con mayoría musulmana que requiere mano de obra barata. Sin embargo, el gobierno dejó en claro que no aceptará barcos llenos de migrantes.
Indonesia es un país musulmán que también se ha pronunciado en contra de los rohingyas. El gobierno advirtió que los que llegaron a la costa podrían ser expulsados.
Bangladesh les ha permitido vivir en campamentos en su frontera del sureste y otras veces los ha regresado a Birmania, sin embargo los campamentos de refugiados están sobrepoblados y en condiciones miserables.
Algunos países no están dispuestos a actuar porque al hacerlo incrementan las probabilidades de exponerse al principio de no devolución, con el cual los refugiados no pueden ser regresados a la fuerza a lugares donde su vida y libertad podrían verse amenazadas.
@plumasatomicas