Historias que terminan de maneras un poco extrañas. Hace unos cuantos días un hombre llegó decidido a robar un banco en California pero a la mera hora se encontró con un vecino que lo convenció de no hacerlo… y todo acabó en un abrazo.
Resulta que cuando el hombre ya estaba decidido a robar o a que lo metieran a prisión, tuvo una conversación bastante peculiar con un vecino que de casualidad estaba ahí y lo convenció de que no era la mejor opción.
Cómo un robo a un banco terminó en un abrazo
Va la historia. La mañana del 22 de mayo pasado un hombre de 43 años llamado Eduardo Plasencia llegó al banco Bank of the West, en Main Street, California, dispuesto a asaltarlo.
De acuerdo con lo narrado por el departamento de policía local, el hombre pasó una nota a un cajero diciendo que estaba robando y que tenía un arma.
La cosa es que dentro del banco también estaba Michael Armus, de 69 años, quien era vecino del asaltante y que también era amigo de su hija. Armus tomó la decisión de intervenir y comenzó a hablar con el hombre.
Medios locales reportan que Armus intentó consolar al asaltante, quien dijo que ya no tenía nada en la ciudad y que solo queríais a prisión.
Después de una buena charla y recuerdos, ambos salieron a la calle para poner a salvo al resto de las personas en el banco y la policía arrestó al hombre de 43 años. La ventaja es que lo acusaron de tentativa de robo, un delito menor al que le esperaba.
“Gracias al valiente buen samaritano que dio el mensaje correcto que marcó la diferencia”, se lee en un comunicado de la policía de Woodland.