Había una vez en México un funcionario llamado Roberto Cabrera Alfaro que trabajó en la Comisión Nacional de Seguridad y luego se convirtió en el primer comisionado Nacional de Búsqueda (CNB).
Resulta que, de acuerdo a investigaciones, el entonces funcionario que ahora enfrenta un juicio entregó mas de 45 mil perfiles genéticos a los directivos de la empresa Central ADN, que también es conocida como ADN México.
De acuerdo con el testimonio de los directivos de la empresa, las muestras de ADN sirvieron para una prueba piloto con su base de datos.
El tráfico de ADN
La investigación llamada Traficantes de ADN, publicada por Paula Mónaco Felipe y Wendy Selene Pérez, pone sobre la mesa que Cabrera Alfaro está actualmente vinculado a proceso por el delito de ejercicio indebido de la función pública, por el que podría pasar hasta y 7 años en prisión, además de la inhabilitación como funcionario.
La Fiscalía Anticorrupción de la FGR lo acusa de haber entregado a una empresa la copia de una base de datos genéticos que estuvo en sus manos cuando se convirtió en el primer comisionado Nacional de Búsqueda en 2018. Supuestamente estos datos salieron del banco genético de la entonces PGR y a cambio de su entrega no hubo ni un convenio ni un pago.
Justo esta semana comenzó el juicio oral en contra de Roberto Cabrera, quien se presentó al Reclusorio Sur, el pasado 28 de junio, para el primer día del juicio.
La denuncia en contra del excomisionado fue interpuesta por Karla Quintana, actual titular de la Comisión Nacional de Búsqueda en agosto d 2019.
La información genética que se supone está bajo resguardo del Estado y protegida por las leyes de confidencialidad, fue entregada al laboratorio en al menos dos ocasiones en nada más y nada menos que una USB.
¿Cómo comenzó todo?
Pues resulta que después de que Karla Quintana asumiera el puesto al frente de la Comisión, en febrero de 2019, encontró en los archivos una propuesta de la compañía Central ADN que involucraba 70 millones de pesos para poder procesar los perfiles genéticos.
Esta jugosa propuesta iba dirigida a Cabrera Alfaro.
Y es que poco después de haber llegado al cargo, la entonces directora comercial de genética forense de la empresa le contó a Quintana que tenían 45 mil perfiles genéticos, entregados por Cabrera, y que estaban interesados en seguir manteniendo la relación. Después de revisar si esto fue legal, se presentó la denuncia.
Pie de Página relata que en el primer día de juicio testificaron tres representantes de de la empresa Central ADN, quienes explicaron que el 31 de mayo de 2017 Cabrera Alfaro les entregó los perfiles genéticos en una USB solo con un oficio.
De acuerdo con Cabrera Alfaro, ese día no pudo haber firmado ni entregado nada porque estaba en Culiacán, tras el asesinato del periodista Javier Valdez.
¿Y por qué entregó esa información? Ahí va el asunto…
El director general de Central ADN explica que junto con un genetista se reunió con Cabrera a finales de 2016, a petición del excomisionado, para hablar del software de base de datos Altea DB, mismo que fue desarrollado en España y distribuido por la empresa en México.
La entrega de los perfiles genéticos fue para hacer una prueba piloto con la base de datos. Los perfiles eran archivos de Excel y PDF que tenían números con identificadores provenientes de la Policía Federal y la PGR.
Según la empresa, los perfiles fueron destruidos. Este jueves 30 de junio el juez encargado del caso, Felipe de Jesús Delgadillo, determinó que Roberto Cabrera es responsable de ejercicio ilícito del servicio público al entregar perfiles genéticos de personas desaparecidas y sus familiares.
Ya solo falta la condena.
Con información de Pie de Página/Traficantes de ADN
