Una lujosa sala, candelabros y lámparas, un comedor espectacular y un muy bien surtido minirefri… es lo que no se ve en la imagen compartida por el periodista Carlos Loret de Mola . Ya que, luego de haber gozado de lujos, el exgobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, vive en completa austeridad, ahora que se encuentra confinado en el Centro Federal de Readaptación Psicosocial (Coferepsi) de Cuautla, Morelos.
Bueno, así que digan “¡qué mal se la está pasando!”, tampoco. Como puede verse en las imágenes, Borge tiene una celda para él solito. Además, cuenta con una cama y manta, utensilios de higiene personal, un pequeño banco… y ya. Ah claro, y esas nada despreciables entradas de luz natural. Nada mal para alguien que espera saber cuál castigo le imponen por los delitos de lavado de dinero a nivel federal, peculado y uso ilícito de su cargo, así como desempeño irregular de la función pública.
#Exclusiva: Roberto Borge antes y después de su detención; primero en Miami luciendo un reloj de 5 millones de pesos y después tras las rejas en penal de Morelos.#DespiertaConLoret sigue el programa completo https://t.co/XKo70CEQG9 pic.twitter.com/YGQ6lAIJF7
— Noticieros Televisa (@NTelevisa_com) 9 de enero de 2018
Momento… ¿por qué Borge se encuentra en un centro de readaptación psicosocial y no en un reclusorio común? Ahh, pues porque -de acuerdo con lo informado por la Fiscalía Anticorrupción de Quintana Roo- el exgober padece depresión y malestar en los riñones… awwww. Es por esta razón que las autoridades optaron por ingresar al presunto responsable del quebranto de 3 mil millones de pesos al erario del Estado, al centro conocido como “el hospital”.
En septiembre pasado, el abogado de Roberto Borge informó que su cliente había sido llevado en dos ocasiones a un hospital fuera de la prisión panameña en la que se encontraba. Según el leguleyo, el exgobernador de Quintana Roo sufre de “una enfermedad crónica” producto de “situaciones físicas” que ha enfrentado en los últimos meses: problemas gástricos y del corazón, los cuales empeoraron por la dieta que lleva en prisión. “La comida era deficiente y le provocaba diarreas constantes […], se le ve delgado, demacrado”, comentó Arturo González Baso, defensa que Borge tuvo en Panamá. De ahí que el exgober haya perdido 20 kilos en cuatro meses.