Nomás querían ajustarle el horario…
Durante un evento realizado en el hotel St. Regis, ubicado en el Distrito Federal, un reloj suizo valuado en aproximadamente 500 mil dólares –algo así como 7 millones de pesos- fue robado el pasado jueves.
El relojito que sería la envidia de cualquier líder sindical de nuestro país, es un preciado objeto de la marca Franck Muller Giga Tourbillon. Su valor se debe a que –además de tener un segundero bastante preciso- el artefacto de lujo cuenta con diamantes. El robo fue realizado durante el evento denominado como Salón Internacional de Alta Relojería (SIAR) 2014.
Como dentro de toda desgracia se debe de ver el lado positivo, los testigos aseguran que la joya fue sustraída sin un atisbo de violencia: no se rompió el vidrio del anaquel en el que el reloj se encontraba en exhibición y además no se observó que en el lugar ingresara alguna persona sospechosa. “Aquí nunca entró un sujeto armado. Si alguien con esa intención hubiera pasado nosotros también estamos armados”, señaló uno de los guardias.
Debido a lo costoso del objeto hurtado, quienes se encontraban en el interior del inmueble en el que se realizó el robo tuvieron que chutarse dos horas y media para poder salir del lugar, esto previo a una basculeada tipo policía a niño intentando celebrar el 15 de septiembre en el Zócalo. “Nos revisaban todo, nos pasaban el detector de metales y tardamos mucho tiempo”, comentó uno de los invitados.
Aunque el sitio en que se celebraba el evento era resguardado por 15 elementos de seguridad, además de elementos de seguridad privada contratada por los propios organizadores del evento, ninguno de ellos pudo aportar información de lo ocurrido.
Para intentar dar con los –o el responsable- la policía capitalina analiza los videos de seguridad. Señalan que ya se cuenta con indicios que apuntan que fueron dos sujetos los responsables del hurto. Ahora viene lo difícil. Encontrarlos.